Este miércoles 24 de febrero Bolivia ya conocía los resultados oficiales del referéndum que consultaba si Evo Morales y García Linera podrían ser elegibles para una cuarta gestión de gobierno en las próximas elecciones presidenciales del 2019. Luego de unos días de incertidumbre en los que el Órgano Electoral Plurinacional (OEP) realizaba el conteo de las actas de votación a nivel nacional los resultados mostraron que el 51,29% de la población votó por el NO superando al SI por un estrecho margen de 2,58% de los votos. El nerviosismo tanto de oficialistas como de opositores, como era de esperarse en un referéndum plebiscitario, no hicieron otra cosa que mostrar un escenario polarizado en que las amenazas de fraude de ambos lados evidenciaron la angurria de sus representantes por mantener y/o adquirir más cuotas de poder en el Estado.
Como parte de las campañas y de las acusaciones de uno y otro bando, en las que se destaparon importantes casos de corrupción, no faltaron las declaraciones y comportamientos machistas de algunos representantes del oficialismo y del mismo Evo Morales. Un primer hecho tuvo que ver con el destape, a una semana del referéndum, del caso de tráfico de influencias que involucraba directamente a Morales con su ex pareja, Gabriela Zapata, quien gracias a este vínculo de poder en su cargo de ejecutiva de una empresa china (CAMC Engineering Co. Ltd) habría obtenido millonarios contratos por valor de 557 millones de dólares del Estado boliviano. Una de las pruebas que fueron circulando en los medios para comprobar el vínculo del presidente con Zapata fue una foto que los mostraba juntos presenciando el carnaval de Oruro el año 2014 desmintiendo declaraciones de Morales en las que indicaba que no volvió a ver a Zapata desde el año 2007. Cuando esta foto era un hecho la respuesta de Morales fue decir que aceptó esa fotografía porque vio a esa mujer una “cara conocida”. Otro caso fue este pasado lunes cuando Morales en conferencia de prensa, antes de conocer los resultados del referéndum, ante la pregunta de una periodista (Nancy Vacaflor de la agencia ANF) sobre su futuro político en caso de que ganara el NO, contestó “En mi caso estoy preparado, (irme a trabajar a mi chaco) a usted también la voy a invitar compañera para que me visite en el chaco, a lo mejor te voy a hacer cocinar, por ejemplo”.
Morales no es el único representante del oficialismo que se despachó contra mujeres en esta campaña, Hugo Moldiz jefe de campaña por el SÍ al referéndum calificó de “sinvergüenza” a una periodista de la Red Bolivisión, Carola Castedo, cuando ésta consultaba sobre las denuncias de presuntas irregularidades en un recinto electoral. Estos hechos despertaron el repudio del círculo de periodistas de la ciudad de La Paz quiénes exigen a Moldiz que se retracte y pida disculpas públicas a la Sra. Castedo.
La derrota para el oficialismo y particularmente para la figura de Evo Morales abre una crisis en el MAS. Fue justamente ésta figura la que se puso en las urnas. El estado de perplejidad del oficialismo hoy es un reflejo del núcleo machista del gobierno que apostaba con gran confianza a que el jefazo iba a ganar.
El balance que hacemos las mujeres es que aunque hayamos arrancado a este Estado algunos derechos nominales como una Ley destinada a garantizarnos una vida libre de violencia y que aunque se hayan registrado mayores niveles de participación política en espacios públicos, el lugar que ocupamos en la sociedad sigue siendo desvalorizado por un Estado que no ha hecho otra que consolidarse en base a cimientos patriarcales. Las actitudes no sólo de parte de representantes del MAS sino también de representantes de la vieja derecha no hacen otra cosa que confirmarlo. |
