Como dijimos aquí, la convocatoria tiene un carácter profundamente antidemocrático, resultado del acuerdo entre Enrique Peña Nieto y Miguel Ángel Mancera: como premio al apoyo constante del jefe de gobierno y su política represiva con las luchas obreras, juveniles y populares en la ciudad desde el 2012.
Una Asamblea Constituyente a modo de la casta política
De los 100 constituyentes, sólo 60 serán elegidos por el voto universal. De los restantes, 14 senadores y 14 diputados serán designados por el voto de las Cámaras, en tanto que 6 lo serán por Peña Nieto y 6 más por Mancera. Casi la mitad serán electos por la casta política. ¡El voto de millones de habitantes vale tanto como el de una ínfima minoría de diputados, senadores y los titulares de los poderes federal y local!
Las candidaturas independientes deberán saltar enormes trabas. Casi 75,000 firmas de apoyo, un 1% de la lista nominal de la Ciudad de México, poco menos de lo que requerirá cualquier candidato de los partidos con registro para ser electo.
Además, los plazos para presentar las firmas son extremadamente breves -antes del 5 de abril!- en tanto la convocatoria se abrió recién el 6 de febrero. Menos de dos meses para los farragosos trámites impuestos por el Instituto Nacional Electoral y conseguir los avales. Además, los independientes que pasen este “filtro” se repartirán entre ellos el 10% de los recursos públicos asignados; en tanto que cada uno de los nueve partidos con registro accederá a un 10%. Más desigual, imposible.
Esto mientras se mantienen las proscriptivas reglas que impiden a las organizaciones obreras y de izquierda participar en las elecciones, como es el caso del Movimiento de los Trabajadores Socialistas (Agrupación Política Nacional).
Su carácter antidemocrático se verifica en cómo se redactará el proyecto de constitución por parte de los llamados “notables”. Aunque participen algunas personalidades provenientes del “progresismo”, se deja fuera a las grandes mayorías de la CdMx, que no tendrán injerencia alguna en la nueva constitución. La casta política perteneciente a los partidos del Pacto por México, encabezada por Peña Nieto -responsable político de la desaparición de los 43 normalistas- y Miguel Ángel Mancera -quien reprimió una y otra vez a la juventud en la ciudad- buscan una constitución que no cuestione su proyecto de ciudad.
Su ciudad, donde cientos de miles no acceden a servicios públicos de calidad mientras crecen los grandes negocios inmobiliarios. Donde se reprimió al magisterio y se criminaliza a la juventud. Su ciudad, de las redes de trata, donde desaparecen cada vez más mujeres. En la que crece la precarización laboral e impera el trabajo informal. Para consagrar “su” ciudad quieren impedir que en esta Asamblea participen los jóvenes que nutrieron el #yosoy132 y las movilizaciones por Ayotzinapa, las mujeres que luchan contra el feminicidio, las y los maestros que resisten la reforma educativa.
Que se escuche la voz de la izquierda independiente
Ante esto, hay que luchar para que la voz de la izquierda combativa e independiente esté presente en la Asamblea Constituyente. Desde La Izquierda Diario y el MTS, consideramos que hay que sortear las restricciones de la antidemocrática ley electoral, generando un amplio movimiento en torno a candidaturas realmente independientes de los partidos del Congreso, para fortalecer la lucha contra el régimen político de Ayotzinapa y el Pacto por México.
Hay que apoyar el derecho democrático de la izquierda combativa a estar presente, para lo cual se requieren obtener 75,000 firmas. Para que digan presente las demandas de los trabajadores, la juventud y las mujeres de la Ciudad de México, así como la denuncia de la casta política de los partidos patronales y su antidemocrática Asamblea Constituyente. Sólo candidaturas independientes y de la izquierda combativa serán capaces de decir esto, sin transar con los partidos del Pacto por México.
Por eso, una candidatura al servicio de los trabajadores y el pueblo de la CdMx lucharía contra la ciudad de Mancera, Peña Nieto y los grandes empresarios. Estaría codo a codo con las mujeres que enfrentan el feminicidio, la trata y las desapariciones; llamaría a enfrentar la represión, la criminalización de la protesta social -como el artículo 362- y por la disolución de los cuerpos represivos y el juicio y castigo de los responsables de los asesinatos de periodistas y luchadores sociales y de los crímenes de estado como el de Rubén Espinosa y Nadia Vera.
Propondría garantizar el acceso universal y gratuito a la salud, los servicios públicos -desde el agua hasta el internet- y el transporte. Sería la voz de los derechos de la juventud, en particular el acceso irrestricto a la educación, la cultura y el arte, a costa de dejar de pagar la deuda externa. Y estaría incondicionalmente por los derechos de la comunidad sexogenérica, en contra de la política reaccionaria del PRI-PAN-PRD, que reproducen representantes del mismo Morena. Asimismo, apoyaría activamente los movimientos contra los megaproyectos en la CdMx.
Lucharía contra la precarización laboral y por un aumento salarial de emergencia de acuerdo a la canasta familiar, así como contra la reforma educativa y el conjunto de las reformas estructurales, en particular la reforma energética. Y se pondría al servicio de la lucha de los trabajadores, como es las combativas trabajadoras del Instituto de Educación Media y Superior.
Denunciaría la corrupta casta política que administra los negocios capitalistas y goza de millonarios sueldos, para que todo funcionario gane como una maestra y sean revocables todos los cargos. Ante esta Constituyente antidemocrática, propondría una Asamblea Constituyente verdaderamente Libre y Soberana, en contra de los pactos en las alturas, donde se discutan y resuelvan las demandas de las mayorías de la ciudad mediante la participación de las mismas.
Esto es una perspectiva opuesta a la del PRI.-PAN y PRD. Pero también a la de quienes -despiertan importantes expectativas en sectores de trabajadores y la juventud-, sostienen candidaturas de empresarios y ex-priistas, como es el caso del Morena y López Obrador (por ejemplo en Chihuahua, con Francisco Javier Felix Muñoz)..
Por todo eso la izquierda independiente y combativa debe estar presente, con trabajadores, jóvenes y mujeres en sus listas, para luchar por sus derechos. Y para fortalecer la emergencia y el fortalecimiento de una alternativa anticapitalista y socialista, cuyo norte sea enfrentar al régimen político y al gobierno de Peña Nieto, mediante la movilización revolucionaria en las calles y por un gobierno de los trabajadores y el pueblo. |