El pasado miércoles un velero tripulado por cuatro argentinos que partieron desde San Fernando con destino a Río de Janeiro desapareció luego de una tormenta que rompió su mástil. Las olas de hasta ocho metros los sorprendieron a 360 kilómetros de la costa brasileña en Rio Grande do Sul. El Tunante II fue visto por última vez desde el buque mercante noruego Selje.
Los restos de una embarcación divisados por el radar de un avión brasileño el lunes no pertenecían finalmente al velero argentino. Se trata de un chaleco salvavidas, una lona y un guardavela que se encontraban a 550 kilómetros de la costa, pero se determinó que estos objetos estaban flotando desde hace tiempo y no pertenecen al Tunante II.
La hipótesis que manejan los familiares de Jorge Benozzi, Mauro Capuccio, Horacio Morales y Alejandro Vernero es que siguen con vida, navegando con un “aparejo de fortuna” o la deriva. Nicolás Vernero, hijo de uno de los tripulantes, explicó que un aparejo de fortuna es una estructura que se arma con los materiales disponibles a bordo cuando las partes originales del barco quedan destruidas. “Pensamos que no naufragaron porque la búsqueda es muy intensa, y ya los habrían encontrado” dijo el joven. También aseguró que es muy poco probable que un velero se hunda si no chocó con nada.
El operativo de búsqueda y rescate está dirigido por un remolcador brasileño, el “Tritón”, e incluye a tres aviones de la Fuerza Aérea del mismo país. Colaboran además la corbeta de la Armada Argentina ARA Rosales y el lunes zarpó la Meko 140 ARA Gómez Roca, que llegará hoy por la tarde. Se sumó también la aeronave argentina de exploración P3 Orión y algunos familiares de los desaparecidos también viajaron para ayudar. El operativo continúa también durante la noche, ya que dos de los aviones brasileños y el remolcador cuentan con dispositivos infrarrojos. Se informó además una notable mejoría de las condiciones climáticas para llevarlo adelante. |