Con un gran operativo represivo, este lunes ha comenzado el desalojo del campamento de refugiados de Calais, como lo ordenó el gobierno francés de François Hollande. Refugiados y organizaciones solidarias resistieron la represión.

30 vehículos policiales y dos furgones antidisturbios, gases lacrimógenos, chorros de agua y cientos de agentes de policía, junto con varios camiones y dos excavadoras, avanzaron este lunes en Calais para desmantelar la zona sur del campamento de refugiados.