El querellante contra Milani y Menéndez, entre otros, declaró en el caso en que se juzga el secuestro de su padre, Plutarco, entre decenas de delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura. |
En el día de ayer, tuvo lugar una nueva jornada de testimonios en el marco de la llamada Megacausa que se desarrolla ante la Justicia Federal de La Rioja. Uno de los testimonios fue el de Oscar Schaller, quien en junio de 2015 promoviera una denuncia contra César Milani por su propio secuestro sufrido en 1976, ayudando a acorralar al ex jefe del Ejército hasta su renuncia, tras las denuncias de otras víctimas y familiares de la represión militar en el noroeste argentino.
Schaller, que reside en Buenos Aires, fue convocado a prestar testimonio mediante videoconferencia en comunicación directa con el Tribunal Oral Federal de La Rioja, desde donde las abogadas de la querella, la fiscalía, y los defensores de algunos de los genocidas procesados, le efectuaron preguntas.
La amplia exposición de Oscar, dio cuenta del secuestro de su padre, periodista del diario El Independiente, y de los padecimientos de toda su familia alrededor de este hecho, incluyendo su propio secuestro y torturas, y la detención de su madre.
Un momento destacado de su declaración, tuvo lugar cuando el defensor de algunos de los ex represores, cuestionó al testigo que el hecho sufrido por Plutarco Schaller haya sido efectivamente un secuestro, dado su paso por algunas cárceles oficiales durante sus siete años de detención.
Schaller, con todo valor, afirmó no encontrar otra definición para la situación sufrida por quien fue arrancado de su trabajo, sin orden judicial ni fundamento alguno, y encerrado y golpeado en un centro clandestino de detención, actividades que su padre evidentemente no acostumbraba a vivir con anterioridad.
Visiblemente emocionado, Schaller llegó al final de su contundente exposición, en el marco de esta causa que mantiene enjuiciados a 18 represores, en lo que constituye otro juicio parcelado que sólo ha podido tener lugar gracias a la persistencia de los sobrevivientes y sus familiares, que no se detendránhasta que el juicio y castigo alcance a todos los genocidas por todos los compañeros. |