El pasado viernes 4 de marzo, el dirigente Emiliano Zenteno expresó la preocupación entre los mineros asalariados del departamento de Potosí, debido a que producto de la baja cotización en los precios de los minerales ya se están produciendo despidos en las empresas privadas y estatales. En este sentido manifestó que “ese problema se presenta en varios distritos mineros sin excepción porque la crisis afecta a todos y los empresarios aprovechan para despedir, pero nosotros queremos que nadie sea despedido”.
De acuerdo al reporte de radio Aclo la situación es crítica, motivo por el cual los empresarios privados mineros comenzaron a enviar cartas de preaviso, incluso “invitaciones” al retiro voluntario de los trabajadores.
La situación se agrava, puesto que mientras se les exige a los trabajadores mineros de Huanuni que reduzcan sus salarios y beneficios, para paliar la crisis que sufre la empresa, los burócratas sindicales de la Empresa Minera Huanuni (EMH) vienen de entregarle 350.000 pesos bolivianos, en efectivo y en una maleta, al presidente Evo Morales en enero último. Esta “donación” se hizo en el Palacio de Gobierno y tuvo el objetivo de apoyar la campaña del mismo a favor de su reelección como presidente en 2019 (campaña que terminó con la derrota de Evo Morales, como es sabido).
Resulta cada vez más evidente que las soluciones para estos sectores no se pueden encontrar en ninguna de las expresiones políticas hoy en pugna. Por un lado, el MAS de Evo Morales que defiende las inversiones extranjeras y los intereses patronales, y por otro lado, la nueva derecha que hoy por hoy se alza en Bolivia como alternativa de “cambio”. En este escenario, para la clase trabajadora su más clara alternativa es organizarse independientemente junto a otros sectores, sindicatos y trabajadores perjudicados para dar comienzo a una tercera opción política. |