El pasado 2 de octubre se inauguró la primera muestra antológica del poeta, traductor y ensayista brasileño Augusto de Campos, íntegramente dedicada a él –y que contó con su presencia (ver video)–, en Document Art Gallery. La muestra, curada por Gonzalo Aguilar, cuenta con una treintena de piezas, y estará abierta hasta el 15 de noviembre.
Augusto, junto con su hermano Haroldo de Campos y Décio Pignatari fueron los impulsores del movimiento Poesía concreta en la década de 1950, y fueron parte de una oleada vanguardista (o “modernista”, si se prefiere) de la cultura del Brasil –siguiendo y recuperando una anterior vanguardia, “antropofágica”, “caníbal”, de Mário de Andrade de 1920, junto a autores de otras lenguas como e.e. cummings, Ezra Pound, James Joyce, Mallarmé, Maiacovsky y Rilke–, influenciando a su vez a otras expresiones artísticas, como la de Hélio Oiticica y el Tropicalismo en los ‘60 (Y posteriormente también: hasta el presente, un artista como Caetano Veloso siguió mostrando, en sus temas y espectáculos –todas las décadas siguientes, y en el nuevo siglo– los múltiples “vasos comunicantes”, de reciprocidad e influencias, entre él y Augusto).[1]
La muestra en Document Art Gallery, titulada “Despoemas”, recorre entonces algunos hitos de esa experiencia, y todas las que le siguieron: Augusto de Campos realizó “poesía visual”, “popcreta”, “auditiva”, collages, serigrafías, “intraducciones” y “clip-poemas” (además de las vitrinas con material bibliográfico), en los intentos de devolverle una función esencial a la palabra: el arte de expresar, de comunicar, de crear y ocupar el espacio (permitiendo múltiples percepciones-asociaciones de/con ella). Como ya se proclamaba desde el Manifiesto poesía concreta, en 1956, “el núcleo poético es puesto en evidencia no ya por el encadenamiento sucesivo y lineal de versos, sino por un sistema de relaciones y equilibrios entre cualquiera de las partes del poema”. El blanco y el negro, el espacio y el color, la palabra y la(s) letra(s), los idiomas, la geometría y los símbolos, las secuencias y programaciones, la “deconstrucción” –cuando esa palabra no se empleaba– y “reconstrucción” de diversos versos; todo, absolutamente todo –incluyendo la atención a las experiencias de John Cage y sus “músicas sin sonidos”– cupo en la experiencia concretista y los sucesivos trabajos de Augusto a lo largo de su trayectoria. “Despoemas” incluye el famoso GREVE (huelga, 1961), que revivió en las masivas manifestaciones y protestas de junio de 2013 en Brasil, y Brazilian “Football” (1964), publicado en el Times Literary Supplement, donde el poeta “juega” con los mundiales ganados por el seleccionado de su país, y aparece la palabra goal = gol, para los años 1958 y 1962, y gaol = prisión, para el año del golpe militar.
Antonio Risério, en un texto titulado “Augusto inventor, Augusto maestro”, de 1993, buscó contestar la pregunta –“terrible” por supuesto– del poeta Hölderlin: “¿Para qué poetas en tiempos de pobreza?”. Y dijo: “La poesía de Augusto es una respuesta. Con sus parole di colore oscuro, con la claridad agitprop de sus carteles, con el laberinto de sus enigmas visuales. En primer lugar, la postura del poeta: en el siglo que adula al dinero –la ‘prostituta universal’ (Marx dixit)– la poesía es incorruptible (‘no ha de venderse de ningún modo’ –Cervantes). El poeta se declara en huelga. Pero está también la crítica social y política más directa, de la visión del caos urbano de cidade city cité al luxo/lixo, pasando por el rechazo al imperialismo [norte]americano y al diktat stalinista. Y –punto crítico máximo– en el propio juicio sobre el valor de la vida”. (En Augusto de Campos, Poesías, Bs. As., Gog y Magog, 2014 (ed. original 2012, basada en una edición previa de 1994), p. 8.)
“Despoemas” invita a recorrer una aventura de creación y búsqueda(s). Ningún tema queda ajeno: desde el universo y sus astros (el quasar, el pulsar), la ciudad y el país, su historia y vivencias, la situación de los artistas, la (in)traducción de Blake, cummings y Pound, hasta los pensamientos y sentimientos del poeta… Una muestra más que elocuente. Imperdible. ¿Quedará algo (más) para decir?
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La muestra de Augusto de Campos, “Despoemas”, abre de lunes a viernes, de 12 a 19 hs., en Castillo 243, CABA, hasta el 15 de noviembre.
[1]Como se dijo, desde su surgimiento, el concretismo será una influencia importante para la vanguardia musical brasileña. Dijo Augusto de Campos respecto a viva vaia, obra dedicada a Caetano Veloso en los ‘70: “VIVA VAIA fue, hasta cierto punto, inspirado por Caetano. Pero tal vez más aún, fue concebido como un emblema abarcador de las contradicciones poeta-público que envuelven, de manera menos notoria, a mí y a mis compañeros. Las bellas interpretaciones de Caetano, que exploran la musicalidad natural de las palabras de mis textos, los iluminan proyectando la dimensión auditiva de los poemas en los cuales muchos sólo ven el aspecto gráfico. Sin embargo, yo siempre los quise verbi-VOCO-visuales. Y lo que es más importante: Caetano captó ‘el alma’ de estos poemas. Su lectura ya es parte de ellos […].” |