Bahía Blanca sufre el peor servicio de agua potable de su historia. La crisis de abastecimiento lleva mas de 16 años, con la contracara de un complejo petroquímico que consume el 20 % del agua del dique Paso Piedras, recurso que se le retacea a la población de la cuidad. Una faceta más de la expoliación que llevan adelante estas empresas imperialistas.
Hace unos días el intendente se reunió nuevamente con la gobernadora Vidal. Pactaron que los anuncios sobre las obras del acueducto las realizarían juntos el próximo 11 de abril, fecha del aniversario de Bahía. Con estos planes, el intendente promete que en los próximos 4 años se “cerrará” la crisis de larga data. Aunque pocos aseguran que se logre, de hacerlo será a costa de un despilfarro de las arcas del estado en favor de un puñado de capitalistas ligados a socios empresariales de Mauricio Macri y a la burocracia sindical, quienes hoy gerencian la “estatal” ABSA. En una ciudad que viene sufriendo una crisis de abastecimiento, subproducto de la desidia de ABSA, los anuncios no generan “entusiasmo” en la población.
Seguramente Vidal mandará primero a alguno de sus ministros para “sondear” el impacto de la noticia, antes de largarse al ruedo.
El giro “pro-ABSA” del intendente es para garantizar un negociado que profundiza este saqueo.
Basta recordar como en pleno verano el intendente tuvo que montarse sobre la ola de reclamos por la crisis que se generó al estar la ciudad tres días sin agua (mientras el Polo Petroquímico siguió contando con el servicio), llegando a realizar una denuncia pública y amenaza de sanciones a ABSA. Pero esto fue como el grito del tero: luego de su primera cita con la gobernadora Vidal, el intendente comenzó su giro discursivo en pro de ABSA, apoyando a las “nuevas autoridades” y el futuro aumento del 140 % en la tarifa. ¿Cómo se explica?
Con el cambio de gobierno, Vidal puso en ABSA a un socio de Macri en tiempos del Correo Argentino, Sardella. Este señor, quien fuera procesado en su momento por la estatización espúrea de esa empresa postal, de la mano de la burocracia sindical que es parte de esta “Aguas Bonaerenses Sociedad Anónima”, seguirá manteniendo el lucrativo negocio para unos pocos. Hoy será con las licitaciones para el acueducto hasta la ciudad-puerto. No faltará mucho para que la población pueda comparar la nueva corruptela macrista, con la vieja práctica kirchnerista en esta materia.
Un acueducto innecesario…mientras estalla la infraestructura en toda la ciudad
Héctor Gay vende la idea de que este acueducto solucionará el abastecimiento que al día de hoy sigue dependiendo del dique Paso de las Piedras. Desde La Nueva Provincia y LU2, pertenecientes a la familia Massot denunciada en causas por delitos de lesa humanidad, defienden el proyecto de Gay y acompañan diariamente el giro “PRO-ABSA”. Una suerte de 6-7-8 del macrismo.
Pero lo cierto es que la reciente crisis del recurso no se debe a su “falta de stock”, sino todo lo contrario: la cota del dique está en sus niveles históricos más altos. Esta crisis del agua es porque, literalmente, estallan las cañerías. Son muchísimos los profesionales, ambientalistas, intelectuales y periodistas que denuncian el acueducto por innecesario. Por eso, hablar de su construcción como solución huele a “gato encerrado”. Veamos por qué.
En primer lugar, las redes e infraestructura de cañerías en la ciudad tienen una pérdida que de arreglarlas, equivaldría al 30 % del consumo en la ciudad. En segundo lugar, la obra del acueducto saldrá más del doble de lo que podría costar obras que, siendo de menor proporción, son más necesarias para la población porque evitarían inundaciones mientras a su vez darían nuevas fuentes de agua, por caso un dique en Puente Canesa u otro en la cuenca inferior del Río Sauce Chico. En tercer lugar, la toma del acueducto proyectado será desde Pedro Luro, necesitando al menos 3 fases de bombeo hasta llegar a Bahía Blanca. Es decir, un gigantesco consumo de energía que lo pagaría la población con nuevos tarifazos, algo innecesario si el acueducto se proyectase aguas arriba, llegando a la ciudad por efectos de la gravedad. También se podría dar de baja el “Anexo 0” que Vidal aún mantiene en ABSA, que obliga a la prestataria a garantizar con prioridad de abastecimiento a las plantas petroquímicas antes que a la población. Por último y no menos importante, obligar a estas empresas a abastecerse del agua procesada en una planta de tratamiento de líquidos cloacales, que al día de hoy se siguen tirando en el estuario sin ningún tipo proceso previo. Todas estas obras son las realmente necesarias, en cambio ABSA junto al macrismo, preparan un jugoso negocio.
ABSA, como Azurix
La crisis del agua estalló con Linares como Intendente. Esa vez fue por escasez del recurso, y el efecto de las algas que no podían filtrarse con los equipos que Azurix. Era la foto del consumado vaciamiento de la ex Obras Sanitarias. Mientras la población tenía que comprar agua mineral para no intoxicarse, Azurix tercerizaba obreros para la única obra que realizó en toda la ciudad: nuevos medidores para cobrar mejor el consumo. Las protestas encabezadas por los movimientos de desocupados, organizaciones de trabajadores, docentes, estatales, estudiantiles y la izquierda hicieron sentir su bronca inclusive contra los políticos barnizados de progres que intentaban “calmar las aguas” como Feliu y Norberto Martinez.
Hoy las redes sociales muestran el hartazgo de los bahienses, aunque todavía no se expresen en las calles. Esta es la verdadera preocupación de Gay: que el creciente malestar se convierta en poder de movilización, empezando por el problema del agua y siguiendo por la falta de vivienda, trabajo, otros servicios, y la creciente falta de oportunidades para miles de jóvenes. Por ahora el intendente logró un pacto con Feliú, la CGT y los partidos patronales: como en tantos otros temas, ninguno le mueve el amperímetro, sosteniendo estos primeros meses de gestión que nada tuvo para ofrecerle al pueblo trabajador.
Poner un freno a la desidia de gobernantes y empresarios
Llamamos a la población a movilizarnos junto a los gremios y organizaciones políticas, sociales y ambientales que defendemos los intereses de los trabajadores y el pueblo pobre. El Frente de Izquierda fue el único que en respuesta a este proyecto, viene planteando desde las elecciones de 2015 una verdadera salida de fondo: la estatización 100 % de la empresa prestadora del servicio de agua bajo control de los trabajadores. La puesta en pie de comités de usuarios que discutan y resuelvan en común con profesionales y especialistas independientes, todas las obras que sean necesarias en función del interés de la población y no del lucro capitalista. Que los recursos para las obras no salgan de mas tarifazos, sino de impulsar un impuesto que grave progresivamente las enormes ganancias de las industrias, cerealeras y grandes propietarios rurales, los verdaderos ganadores en esta crisis y de los negociados generados alrededor de la misma. |
