Éste lunes se presentaron los alegatos en el juicio por el femicidio de Yanela Medina, la nena de 11 años que fue asesinada tras ser violada y empalada en febrero del 2013 en las inmediaciones de la ribera de Quilmes. Los tres acusados podrían ser condenados a reclusión perpetua, como pidió la fiscal María de los Ángeles Attarian Mena, en base a las declaraciones de un testigo clave.
Ésta declaración ubica a los acusados, Leandro y Augusto Gracetti y Gianfranco Velásquez en la ribera del río de Quilmes, cerca del “Pejerrey Club", el 24 de febrero de 2013, día en que Yanela fue vista por última vez. Para Attarian Mena, los delitos se encuadran en "abuso sexual calificado por ser cometido por dos o más personas en concurso con homicidio criminis causa", por lo que correspondería la pena de reclusión perpetua para los tres. Las defensoras oficiales, Soledad López (por los hermanos) y Gilda Maltas por Velázquez, pidieron absoluciones para los acusados. Ambas cuestionaron la veracidad de los testigos que comparecieron ante el Tribunal Oral 1 de Quilmes y denunciaron supuestas irregularidades en el proceso.
Yanela fue vista por última vez el 24 de febrero de 2013, cuando salió de su casa del barrio Santa María, en Berazategui, para llevarle a una vecina un pedido de cosméticos que le habían hecho a su mamá. La nena no solía estar sola en la calle, la tardanza alertó rápidamente a su madre, que comenzó la búsqueda enseguida. El 2 de marzo su cuerpo fue encontrado en un arroyo, atado con alambres y en una bolsa de consorcio, en avanzado estado de descomposición.
En La Izquierda Diario seguimos atentamente este caso, como uno de los más violentos que se hayan registrado en la larga lista de femicidios. El gobierno anterior no dio ninguna respuesta concreta. Mucho menos puede esperarse del macrismo, que en lugar de aumentar el presupuesto para los programas de violencia de género, despide trabajadores estatales acusándolos de “ñoquis”. |