Un acto multitudinario se realizó en las puertas del Centro Cultural La Toma, en el centro rosarino, donde trabajadores y organizaciones se hicieron presentes con un solo fin: no al desalojo.
Estaban presentes entre otros, Amsafe, Cta, Apdh, Movimiento Sindical de Rosario, Asociación Argentina de Actores, PTS en el Frente de Izquierda, Nuevo Encuentro, Movimiento Evita, Patria Grande, Partido Comunista, Izquierda Socialista, Centro de Estudiantes de Humanidades y Artes, diputados y concejales del Frente para la Victoria, del Frente Social y Popular y del Frente Progresista Cívico y Social.
Al calor de cánticos que pregonaban “La Toma no se toca” y “Unidad de los trabajadores y al que no le gusta, se jode”, Carlos Ghioldi presidente de la Cooperativa Trabajadores en Lucha, dio inicio a la jornada informando a los presentes el resultado de la audiencia en Tribunales: el juez de la quiebra del ex supermercado Tigre realizará una inspección el 31 de marzo en el Centro Cultural para corroborar "la utilidad y función social".
“Tenemos un sector de fondos de inversión que tiene la hipoteca de un lugar que compraron en un remate a un banco quebrado que libró una hipoteca 48 horas antes de ir a la quiebra…Así como decimos, esa gente a lo largo de estos 14 años mantuvo en los expedientes la categoría de “usurpadores”…Al pedido que hoy hace el abogado representante de esos fondos de que se ejecute la sentencia de desalojo contra nosotros, les decimos que los que ejecutan son siempre los verdugos y a los que ejecutan son siempre las víctimas y que nosotros no vamos a ser víctimas de esta ejecución, no lo vamos a permitir. Este lugar con la lucha se ha transformado en una conquista de todas las organizaciones populares y nuestra responsabilidad ante todos ustedes por la solidaridad recibida es que de este lugar no se mueve nadie” dijo Ghioldi.
“Así como este 24 de marzo tenemos una cita de honor que es salir a las calles para repudiar el golpe de estado, también tenemos otra tarea: hoy el juez que entiende en esta causa ha resuelto que el día 31 de marzo a las 15 horas va a visitar este lugar para conocer la experiencia social que han hecho los trabajadores y organizaciones. Queremos que se diga que este lugar rebalsa de sectores populares que creemos que es posible una suerte distinta a la que ellos nos llevan y por eso estamos obligados a llevar hasta las últimas consecuencias la defensa con la lucha de este lugar”, agregó Ghioldi.
Decenas de oradores tomaron la palabra. Norma Ríos, presidenta nacional de la APDH dijo: “recuerdo hace 14 años esta misma calle, este mismo lugar y esta defensa. Creo que lo importante es que los compañeros con esa generosidad con que abrieron las puertas siempre reconocieron nuestra lucha junto a ellos y hoy tenemos un lugar para funcionar que no habíamos tenido de la mano de ningún funcionario político ni de ningún gobierno y que hacía que estemos en la calle, pero hoy sí lo tenemos acá y también en la Vigil, otro lugar que peleamos. Se hizo una toma, se luchó, se enfrentó a quien fuera necesario, se logró la unidad de acción pero después se organizaron y construyeron esto que vemos todos los días y eso el poder no lo perdona tan fácilmente, por eso que redoblar los esfuerzos cada uno desde su lugar en la defensa de este lugar. No lo olvidemos nunca, esta lucha les guste o no les guste, ya está ganada”.
El moderador del acto leía entre cada intervención, una larga lista de organizaciones y personalidades de la cultura, el arte, derechos humanos, sociales, políticas que llevaron su solidaridad. Tomaron la palabra también representantes del movimiento LGBT , Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, Octavio Crivaro dirigente del PTS en el Frente de Izquierda, la concejal Marina Magnani de La Cámpora, la diputada nacional Lucila de Ponti por el Frente para la Victoria, Felipe Porta presidente del Centro de Estudiantes de Humanidades y Artes, la concejal Fernanda Gigliani de Iniciativa Popular, Federación Universitaria de Rosario, entre otros.
Octavio Crivaro dirigente del PTS en el FIT dijo: “Este amplio marco de organizaciones presentes creo que es proporcional a la apertura de las puertas de La Toma. A pesar de las disidencias con las posturas políticas que tenemos con los compañeros, eso nunca jamás fue puesto sobre la mesa al momento de tomar a La Toma como un lugar propio. Todos los que estamos defendiendo La Toma no solamente estamos siendo solidarios sino que también estamos defendiendo un lugar que es nuestro porque sabemos que acá si hay que hacer una reunión se levanta el teléfono y a los dos minutos se sabe que el lugar está abierto para hacer una reunión, un acto, lo que sea. No es casual que ataquen a La Toma, no solamente porque es un lugar de resistencia sino también porque se ha transformado en un lugar de organización. Cualquier trabajador que es abandonado por los dirigentes sindicales, cosa que pasa mucho, puede venir acá y reunirse a espaldas de esos burócratas, de los patrones y los funcionarios vendidos porque sabe que acá no hay buchones y se puede hablar cualquier cosa. Los organismos de derechos humanos que todos los días luchan contra la impunidad de los genocidas del 76 saben que este es un lugar propio como también la izquierda que pelea todos los días contra los agravios permanentes que genera el capitalismo, los estudiantes que no pueden pagarse un plato de comida y pueden venir acá a comer. Los que no pueden ir a los grandes supermercados porque les cobran el 50 por ciento más, saben que este es un lugar propio y que todo esto se está recogiendo en esta unidad. Sabemos que en este momento no es casual que estén atacando a La Toma porque en un día va a venir Obama y que los empresarios se sienten a gusto con este gobierno pero me pregunto qué fue lo que pasó que desde el 2001 los trabajadores no pueden tener su propia ley de expropiación, tener su lugar propio y que no sean amenazados. Es la realidad de todas las fábricas ocupadas. Acá estuvieron los trabajadores de Zanón, se hizo el primer encuentro nacional de fábricas recuperadas, acá se trató de planificar la organización de todos los trabajadores que quedaron abandonados por sus patrones que después se acordaron que la fábrica era suya y querían sacar a todos los trabajadores, como les pasa a los trabajadores de Donelley, como pasa con Zanón y con La Toma. Por eso estamos acá, y si la amenaza se hace más real, es un compromiso de todas las organizaciones de venir con más compañeros, porque si tocan a uno nos tocan a todos”.
La jornada finalizó con intervenciones de diferentes murgas de la ciudad y una obra teatral colombiana.