En asamblea, los funcionarios mencionaban como principal avance el hecho de perder el miedo a movilizarse, temor implantado por anteriores administraciones, como la del decano Roberto Nahúm, quien mantenía en condiciones laborales ilegales e inhumanas a las trabajadoras del aseo subcontratadas.
Por su parte, los estudiantes concluyeron emanar una declaración que integrara críticas a la dirección del la Cut, (Nueva Mayoría) por su actuar negligente frente a la reforma, llamando a movilizarse de manera tardía, dedicándose únicamente al lobby parlamentario y no a organizar desde la base a los trabajadores. De la misma forma, se decidió criticar el actuar de la Confech, que se abstuvo a la hora de adherir al paro, aún cuando existe una necesidad imperante de construir alianzas desde el movimiento estudiantil y los trabajadores.
El paro fue desconocido por las autoridades; el Decano Davor Harasic se negó a notificar a los profesores de la adhesión al paro por ambos estamentos, permitiendo el desarrollo de algunas clases y boicoteando la democracia de estudiantes y funcionarios. Esta muestra de autoritarismo no es nueva, desde el año pasado se vienen gestando reformas de manera unilateral por las autoridades, ocasionando despidos de funcionarios y profesores, prohibiciones de fiestas en la facultad y censura de murales y lienzos.
Solo un sector minoritario de los estudiantes manifestó su rechazo a la movilización, argumentando que se estaría “vendiendo” al gobierno la lucha de los trabajadores con este paro. |