Para la joven generación de artistas contemporáneos que no nos conforman las luces de Calle Corrientes, ni los bellos pasillos de los museos, los que creemos que el artista no es inmune a la realidad social que lo rodea, es necesario conocer y apropiarse de esta historia:

1968, el artista plástico Eduardo Ruano participa del Premio “Ver y Estimar” con una obra que tiene el retrato del presidente John F. Kennedy en una vitrina iluminada, luego había una flecha que mostraba un ladrillo. El 30 abril en la ceremonia inaugural el artista entra y rompe la vitrina con el ladrillo al grito de “Fuera yanquis de Vietnam”.

Antes y Después de la Acción

16 de julio de 1968, se realizaron en el Museo Bellas Artes los premios Braque, organizados por la embajada francesa, adonde concurrieron el embajador francés y altos funcionarios del gobierno de Onganía. Fue interrumpida por un grupo de artistas rosarinos y de Buenos Aires: mientras algunos repartían volantes otros tiraban bombas de humo y huevos, repudiando la represión del gobierno Francés contra los trabajadores y estudiantes del Mayo del 68, a su vez se transformó en un repudio a las instituciones que legitiman el arte. La policía reprime y se llevan 20 detenidos.

Margarita Paksa, Pablo Suárez, Roberto Jacoby, Ricardo Carreira y el rosarino Eduardo Favario detenidos por la policía

En estos dos ejemplos se encuentran varios de los artistas que produjeron una de las obras artísticas más disruptivas de nuestra historia reciente, colocaron el Arte junto al desarrollo de la fuerza de los trabajadores y la juventud, haciendo una crítica profunda al sistema capitalista y sus formas de dominación, estamos hablando de TUCUMÁN ARDE.

¿Estas experiencias son la sumatoria de las ideas individuales de los artistas que las llevaron adelante? ¿O más bien muestran la compleja relación del arte y la política? Veamos qué nos dicen los hechos.

Tucumán Arde se gesta con un grupo de 30 artistas que se separan del Instituto Di Tella. Por esos tiempos, los trabajadores y la juventud desarrollaban una fuerte resistencia al Régimen Libertador impuesto en nuestro país por los militares y bancado por Estados Unidos. El desarrollo de la lucha de clases va tener su máxima expresión en el Cordobazo. Esta situación se replicaba en todo el planeta, el Mayo del 68 en Francia, el movimiento pacifista en Estados Unidos contra la guerra de Vietnam, por nombrar solo algunos de los más conocidos.

Para 1967 Tucumán ardía. El cierre de los ingenios azucareros provocó la respuesta de los trabajadores y en una de las manifestaciones la policía asesina a una persona. Los artistas asumieron el compromiso de denunciar la crisis social en la provincia. Desarrollaron un proceso de investigación en Tucumán para montar la obra que se llevará adelante en la sede de la CGT de los argentinos en Rosario, luego es trasladada a Buenos Aires, pero es censurada.

Así vemos como este grupo deja de ver los procesos sociales desde el pedestal del “Mundo del Arte” y decide zambullirse en los acontecimientos por los cuales fueron impactados. Logrando de este modo la fusión de la resistencia y la lucha de aquellos años con los artistas e intelectuales de esa época.

Este 24 de Marzo sobran los motivos para que los artistas despleguemos toda nuestra creatividad en las calles. Viene Obama a la Argentina, Macri quiere que la crisis la paguemos nosotros. Con la impunidad de ayer y de hoy nos quieren seguir empantanando y encima ahora se atreven a decirnos que por el Protocolo de Seguridad no podemos salir a luchar.
Pero nosotros respondemos que por los 30.000 compañeros detenidos desaparecidos, este 24 de Marzo, LA FUNCIÓN ESTÁ EN LAS CALLES.