El contagio de ébola por una enfermera madrileña provocó una conmoción en el país, el primero donde se ha contagiado el virus por fuera de África.
El gobierno y el sistema sanitario español están bajo la lupa de los medios de todo el mundo. Las consecuencias de este contagio son imprevisibles hasta que pasen unas semanas y se pueda descartar el contagio de más personas.
Teresa Romero “evoluciona favorablemente” según los médicos.
Por el momento hay 5 personas internadas, la enfermera, su esposo, otras dos profesionales de la salud que tuvieron contacto con el religioso español trasladado desde Sierra Leona, y un ingeniero español que trabajaba en Nigeria.
Hasta 84 personas fueron identificadas como “contactos”, con el fallecido o con Teresa Romero, y se encuentran bajo observación médica, pero sin internación.
El presiente Mariano Rajoy y la ministra de salud quisieron enviar un hoy un mensaje “tranquilizador” a la población, insistiendo en que está todo bajo control.
Pero las denuncias contra la “improvisación” y la “falta de planificación” y “falta de recursos” para hacer frente a esta enfermedad se multiplican con el correr de las horas.
En la localidad de Alcorcón, donde está la casa de Teresa Romero, se vivieron momentos de pánico entre los vecinos. La enfermera vive con su esposo y su perro en un bloque de departamentos con cientos de hogares. Los vecinos denunciaron que ninguna autoridad sanitaria se acercó a informarles de nada, y tuvieron que contratar a una empresa privada de desinfección frente a la incertidumbre.
Esta mañana se vivieron escenas violentas, con la presencia de varios carros policiales frente a estos edificios, porque las autoridades informaron que iban a sacrificar al perro del matrimonio, Excalibur. Anoche el esposo de la enfermera había enviado un video por las redes sociales pidiendo que “salvaran al perro”, lo que llevó a que decenas de personas establecieran una vigilia frente a su casa. El perro finalmente fue sacrificado por decisión de las autoridades sanitarias.
Los grandes medios buscando un culpable
En las primeras horas de la tarde varios medios de comunicación empezaron a difundir en grandes titulares que “la culpa” del contagio era de la enfermera.
“La auxiliar se contagió de ébola al tocarse la cara con los guantes” titula el diario El Mundo. Sin embargo, esta información es la versión que contaron responsables del Hospital Carlos III, y no está comprobada. Según una de las autoridades del hospital la enfermera “habría reconocido” que ocurrió un accidente cuando se sacaba el traje protector. Pero la enfermera, que hoy habló con los medios por teléfono, dice que no recuerda si esto ocurrió así o no.
El Consejo General de Enfermería, a través de su presidente, ha rechazado hoy los intentos de culpabilizar al personal sanitario, denunciando que no tenían la preparación adecuada:
“Un personal altamente cualificado para atender situaciones de emergencia, urgencia y cuidados intensivos no puede tener un entrenamiento mínimo sobre cómo utilizar estos trajes de protección. También hay que preguntarse más cosas. ¿Tenían la protección suficiente estos trajes? ¿El nivel 2 de protección es suficiente cuando se dice internacionalmente que tienen que ser de nivel 4?”
Los trabajadores sanitarios, a través de diferentes plataformas en defensa de la salud pública y sindicatos, señalan que los responsables hay que buscarlos entre las autoridades sanitarias y del gobierno, que han efectuado recortes en sanidad y no han brindado medidas mínimas para tratar con la enfermedad. |