Después de semanas de protesta, el lunes 22 de marzo, las personas con capacidades diferentes decidieron partir rumbo a La Paz desde la ciudad de Cochabamba, en demanda de un aumento de su bono.

Foto: Gerardo Bravo, Los Tiempos

Las personas con discapacidad van en el quinto día de marcha rumbo a la ciudad de La Paz, exigiendo el incremento de su bono a 500 bs mensuales, en vez de los 1000 bs anuales que perciben hasta el momento y que significan un monto de 87 bs mensuales. “Vamos a seguir con nuestra marcha hasta que el presidente (Evo Morales) nos escuche y nos dé el bono”, afirmó César Ugarte, dirigente que encabeza la movilización.

Si bien el gobierno les propuso entablar mesas de diálogo en Cochabamba, la mayoría de los demandantes igualmente partieron hacia La Paz como medida de presión hacia el gobierno, lo que dio pie a que sectores del oficialismo, como la ministra de Justicia, Virginia Velasco, afirmara que se trataría de una maniobra política para desestabilizar al gobierno.

Juan José Barrera, otro de los representantes de la movilización, informó que hubo un acercamiento con Velasco, aunque este encuentro no tuvo éxito. “La ministra en su intento de querer parar la caravana no lo ha podido lograr. Ella fue a querer hablar de todo, menos del punto principal que es la renta mensual de 500 bolivianos para todas las personas con discapacidad. Es el único acercamiento que se tuvo con el Gobierno, pero no tuvo éxito”, explicó.

La marcha que se prevé llegará en los próximos días a la sede de gobierno, está compuesta por niños y personas de la tercera edad. Además de familiares y universitarios que partieron desde la plaza 14 de Septiembre en Cochabamba, en sillas de ruedas, burritos y muletas, con carteles y banderas que representan a los distintos departamentos. La situación de los discapacitados y su desatención por parte de este y anteriores gobiernos contrasta con las facilidades impositivas, bonos y ventajas que tienen las empresas trasnacionales mientras la amplia mayoría de los trabajadores y el pueblo, y sus sectores más postergados como los discapacitados no logran ver el tan mentado “proceso de cambio” en sus familias.