El anuncio de los tarifazos en el transporte que anunció ayer el ministro Dietrich generó múltiples rechazos de gran parte del arco político y social. No es para menos. Como se informa en esta edición, se trata de aumentos siderales que significan un golpe fenomenal al bolsillo obrero y popular.
Entre los rechazos que se conocieron estuvo el del bloque de diputados nacionales del Frente para la Victoria. El comunicado difundido por las redes sociales lleva el título “La verdadera campaña del miedo” en alusión a las críticas que se hicieran al anterior oficialismo durante la pasada campaña electoral.
El comunicado afirma que “los diputados nacionales del FpV-PJ expresamos nuestra preocupación ante el tremendo aumento de tarifas que está implementando la administración de Mauricio Macri, que se suma a la ola de despidos tanto en el sector público como en el privado”.
Además, tilda la política del gobierno como “ajuste brutal” y agrega que “cuando dijimos que si Macri devaluaba cuando llegaba a la Presidencia se venía un ajuste feroz, aumentos de tarifas y destrucción de salarios, nos acusaron de orquestar una campaña del miedo. Queda claro ahora que nosotros no mentimos. El que le mintió y le miente al pueblo argentino es este gobierno”.
El comunicado de los diputados nacionales del FpV hace de los silencios un método. No es para menos. Hay demasiadas cosas que, de ser dichas, incomodarían incluso al “más pintao”.
Mejor no hablar de ciertas cosas
Lo primero que se silencia es que el ajuste feroz con miles de despidos no solo se realiza a nivel nacional sino en todas las provincias, incluidas aquellas que están bajo su mismo signo político, como es el caso de Santa Cruz y Tierra del Fuego. Pero el ajuste también ocurre en municipios de todo el país, gobernados por figuras que llegaron a esos cargos en las listas del kirchnerismo. Esta redacción ignora si esos intendentes ya figuran en la (extensa) lista de “traidores” junto a Bossio y Pichetto o si todavía son considerados parte del “proyecto”. Esperamos ansiosos el próximo comunicado con la información pertinente.
El segundo silencio es aún más notorio. El FpV no menciona la votación ocurrida la noche anterior, donde la mayor parte de sus pares del mismo bloque en el Senado decidieron darle el quórum y los votos a Cambiemos para aprobar el proyecto de ley que permite garantizar el pago a los fondos buitre.
Hablar sobre el “feroz ajuste” y no decir nada de esa escandalosa votación en favor de la entrega nacional, solo parece servir para seguir jugando en la interna del peronismo y no romper filas dentro del FpV. No casualmente, la senadora Teresita Luna, integrante del “kirchnerismo duro” afirmó que van a hacer “todos los esfuerzos para sostener la unidad del FpV”.
La realidad parece ser que hay pocas diferencias de fondo. Los kirchneristas más duros solo piden “negociar mejor”. Consideran que una rentabilidad del 300%, como la que obtuvieron los buitres en 2005 y 2010, es suficiente.
El tercer silencio es que la verdadera “campaña del miedo” que se le achacó al FpV solo arrancó una semana antes del balotaje. Hasta ese momento e incluso antes de la elección general del 25 de octubre, Scioli hizo todo lo posible por competir “por derecha” con Macri, garantizando “seguridad” a las grandes empresas, amenazando con “barrer” con los piquetes y pronunciándose a favor del acuerdo con los buitres. Incluso, el ahora “traidor” Juan Manuel Urtubey estuvo en EE.UU tratando de acercar posiciones. Hasta ese momento, solo la campaña de Nicolás del Caño y el FIT había denunciado el ajuste que se acercaba.
Estos hechos no constituyen un “detalle”. Como quedó ratificado en estos días por quienes fueron parte de esa campaña –como Mario Blejer o Gustavo Marangoni-, de haber llegado al gobierno Daniel Scioli hubiera hecho lo mismo esencialmente.
El comunicado se puede leer mejor si se piensa a futuro. El FpV ya prepara la campaña electoral del 2017. De resistir realmente el ajuste en curso, ni novedades. El kirchnerismo, rumiando su lugar dentro del peronismo y tratando de patear los problemas hacia adelante, prefiere no hablar de ciertas cosas. Luca not dead. | 
