Martín Sabatella, titular la AFSCA, sorprendió ayer con una conferencia de prensa donde denunció “irregularidades” en el plan de adecuación voluntaria que el multimedios de Noble-Magnetto había presentado el año pasado, y aprobado por la propia AFSCA en febrero de este año.
Sabatella detalló que los vínculos incompatibles en el plan presentado por el multimedio tras el fallo de la Corte Suprema se encontraron entre la Unidad 1 y Unidad 2, integradas por el fideicomiso LRP Grupo Clarín New York Trust y el HHM Grupo Clarín New York Trust y ELN Grupo Clarín New York Trust, respectivamente. Detalló además, entre otras cosas, que entre los miembros de la Unidad 1, encabezada por José Aranda y Lucio Pagliario, y la Unidad 2, encabezada por Ernestina Herrera de Noble y Héctor Magnetto, hay una relación constituida. David Camerini, administrador propuesto para la primera unidad, es socio en el estudio Fox Horan & Camerini LLP, con asiento en Estados Unidos, de Ezequiel Camerini y Rafael Ginebra, integrantes de la segunda unidad.
¿Será que desde el gobierno nacional de repente se dieron cuenta de la partición de Clarín en seis unidades era una burda maniobra para seguir sobreviviendo? Nada de eso. Más bien parece un manotazo de ahogado de parte de un gobierno en retirada para intentar recuperar cierta “mística por izquierda”, tan venida a pique. Es que el gobierno de CFK se encuentra en un irreversible giro “derechista” y de abandono de sus banderas “progresistas”, con una nueva vuelta de tuerca en estos días con la aprobación de un Código Civil y Comercial reaccionario a medida de la Iglesia Católica.
La misma Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, denominada alguna vez por el kirchnerismo como "la madre de todas la batallas”, había quedado en el olvido tras la evidencia de que nada aportó a la “democratización de la palabra” y sí mucho a favorecer el crecimiento de nuevas “korpos” y un trato diferencial a algunas empresas “aliadas” como queda expuesto en el no tratamiento aún del expediente del Grupo Telefónica, el cual lleva 22 meses de "discusión" cuando la ley dispone un año de plazo máximo.
El organismo conducido por Martín Sabbatella tendrá ahora la potestad de avanzar en modificar la estructura de propiedad de la empresa del multimedios más poderosa del país. El directorio de la AFSCA podrá decidir qué medios venderá del Grupo. Por ejemplo, entre Canal 13 y Cablevisión en Buenos Aires; Canal 12 o Cablevisión en Córdoba. También elegirá entre El 13 Satelital, Volver o TN, entre otras señales de contenido audiovisual.
Este nuevo capítulo en la disputa entre el gobierno y Clarín parece reavivar (aunque con tufillo a senil) la puja en la pelea entre sectores capitalistas por la redistribución del mercado de medios en la Argentina, que se profundizara en 2009 con la aprobación de la Ley 26.522.
Por supuesto, nada que ver con la “democratización” verdadera de los medios, donde las más variadas expresiones políticas, culturales, artísticas, étnicas, sexuales y de todos aquellos sectores sociales a los que alguna vez se les prometió un “tercer sector” , puedan tener igualdad de acceso a los medios de expresión. |