En declaraciones que se leen en el periódico El Economista, Aristóteles Nuñez, jefe del SAT, aseguró que “la ley no distingue si son funcionarios de bajo peso o alto rango, pequeños o grandes empresarios. Se aplica y es general para todos, las sanciones son idénticas para todos".
Sin embargo, aceptó que estas investigaciones podrían tardar hasta dos años, ya que hay que rastrear a los contribuyentes que han depositado en el extranjero, y “no hay un estimado, hay quien se atreve a hacer cifras, pero nosotros no las tenemos”.
A pesar del escándalo el jefe del SAT se atrevió a afirmar que no es un delito en sí haber aprovechado estos paraísos fiscales, sino que el delito en dado caso sería el no pagar impuestos derivados de la tenencia de dichas fortunas.
En un país como el nuestro, donde la impunidad reina y son los más pobres los más hostigados por el sistema fiscal, los grandes empresarios son protegidos y sus fortunas no son indagadas por ninguna de las autoridades, ¿Cuánto puede tardar todo el “gran” aparato de inteligencia en checar las cuentas?
Mientras aquellos que luchan por sus derechos son encarcelados por reclamar en las calles en un parpadeo, los grandes criminales, los que saquean y venden al país, los que se hacen ricos a costa de nuestro trabajo, esos son protegidos por los grandes medios de comunicación y por las leyes hechas para defender a su clase burguesa.
En tanto el SAT les perdona la vida a los grandes empresarios hay muchísimos trabajadores y trabajadoras que laboran para los tres niveles de gobierno que se mantienen contratados en condiciones precarias, sin darles derecho a seguridad social o a algún tipo de pensión, pero claro, a estos trabajadores los impuestos no se les perdonan.
Al cierre de esta edición ya han salido algunos de los empresarios y familiares de funcionarios públicos a deslindarse de las listas de los Panamá Papers, como el dueño de TV Azteca o el hijo del Juez de la Suprema Corte de Justicia en Chiapas, sin embargo, sabemos que aquellos tiene mucho más que esconder, que sus fortunas de ninguna manera son fruto de su trabajo, y que por el contrario, son fruto de la explotación y la corrupción que hoy existe en nuestro país. |