Imagen: DyN
El proyecto dispone un aumento del 36% respecto al Presupuesto aprobado para el año en curso, ascendiendo el monto total a 246.000 millones de pesos. Sin embargo, en términos reales es un 25 por ciento más que los 197.000 millones que estarán ejecutados al final de este año, muy por detrás del 40% de inflación que estiman distintas consultoras.
La norma dispone la incorporación de 41.000 empleados públicos, de los cuales 25.000 serán policías, lejos de los apenas 10.000 cargos para el área educativa, de los cuales 6.000 serán cargos docentes, y de los 6.000 nuevos trabajadores de la Salud.
Junto con los nuevos efectivos policiales, que contemplan a los 15.000 que integraran las nuevas fuerzas municipales, se estipula la compra de nuevos armamentos, uniformes y patrulleros. Así el gasto en la cartera de Seguridad aumentaría un 66% respecto a este año.
Esta medida no es más que la profundización de la política represiva que Scioli con el ministro de Seguridad Granados, vienen llevando adelante desde que se decretó la Emergencia en Seguridad, hace seis meses.
Desde entonces, la policía bonaerense ya asesino a 106 personas según un informe oficial. Como denuncian el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y la Comisión por la Memoria (CPM) si se proyecta lo informado, en un año morirían 280 personas a manos de efectivos policiales.
Por eso el aumento de la cartera en Seguridad no es otra cosa que más represión y gatillo fácil.
Los olvidados de siempre
Por el contrario, el Presupuesto no da respuesta a las principales necesidades de los trabajadores.
Nuevamente este año no contempla cual será el aumento en la pauta salarial. Además mantiene a más de 100 mil trabajadores en planta temporaria, esto es el 25 por ciento del total de los trabajadores estatales.
Y siguen rezagadas áreas claves para la población como Salud, Educación y políticas sociales, donde se mantienen porcentajes insuficientes para resolver la emergencia sanitaria que atraviesan los 78 hospitales públicos y la crisis edilicia que sufre la Educación pública, con escuelas que se caen a pedazos y la ausencia cada vez mayor de programas sociales que den alguna respuesta a miles de familias en situación de pobreza.
Los gremios ATE y CICOP, ya denunciaron que este es un presupuesto de ajuste y llevaran adelante medidas de fuerza para reclamar aumentos salariales y en las partidas de las áreas sociales, además del pase a planta permanente de los trabajadores precarizados. El 23 de octubre realizaran otro paro con movilización a la Casa de Gobierno, con sede en La Plata.
El impuesto inmobiliario, los fondos del IPS y el endeudamiento, en debate
Junto con esto el proyecto de Presupuesto dispone un aumento del impuesto inmobiliario, de hasta un 30% en el sector Rural, lo cual ya puso en alerta a las patronales agropecuarias que anunciaron protestas, aun cuando se eximiría del pago a los inmuebles de partidos declarados en emergencia hídrica o desastre agropecuario hasta el 31 de diciembre de 2014.
El gobierno apuesta con esta medida a aumentar la recaudación en 1600 millones de pesos. Recordemos que el año pasado el oficialismo tuvo que ceder al Frente Renovador, que condicionó la aprobación del Presupuesto y el consecuente endeudamiento, a que se quitara el aumento del 18% que se pretendía, por lo que el Impuesto Inmobiliario no tiene modificaciones desde el 2012.
Este será uno de los debates que se esperan en la Legislatura, junto con la aprobación de un nuevo endeudamiento, ya que se calcula que se pagaran u$s 2.000 millones, por los vencimientos de bonos de deuda.
La inclusión de los fondos del Instituto de Previsión Social en el Presupuesto General, son otro foco de la polémica. Desde hace años, el oficialismo viene haciendo uso de los fondos superavitarios de dicha caja previsional entregando a cambio Letras del Tesoro, devengando intereses muy por debajo de la inflación real. Así se utiliza el aporte de los trabajadores del Estado para el pago de la deuda y para gastos corrientes, mientras que los jubilados deben sobrevivir con unos miserables 3200 pesos.
En la provincia, las internas en los partidos patronales y los pases de diputados e intendentes de un bando a otro, son moneda corriente a un año de las elecciones, por lo que no se puede descartar que la discusión del Presupuesto y de estos puntos controversiales, sean un escenario más de disputa y de campaña por parte de los bloques mayoritarios.
En síntesis
El Presupuesto de Scioli y el FPV profundiza la mano dura, el ajuste y la precarización.
Es un Presupuesto hecho a la medida de su campaña presidencial, donde el Sciolismo y el Frente Renovador compiten por ver quién se queda con las banderas más de derecha para ganar simpatías entre empresarios y sectores de clase media, y donde no casualmente en los últimos días se han dado a conocer encuestas que ubican a Macri entre las principales preferencias electorales de los bonaerenses.
Por eso no serán los bloques mayoritarios de la Legislatura quienes frenen esta nueva avanzada contra los sectores populares.
Desde la banca del Frente de Izquierda, el legislador Christian Castillo ya adelantó su rechazo cuando se trate en la Cámara de Diputados y la coordinación con los gremios y distintas organizaciones sociales y políticas para organizar el rechazo a este presupuesto que desde el PTS definen como "de más ajuste y represión".
Este año la histórica huelga docente, que tuvo como hito la marcha de 40.000 maestros a la Gobernación en La Plata, superó ampliamente a las burocracias sindicales y obligó al Gobierno provincial a mejorar el techo salarial que querían imponer. El presupuesto 2015 deja abierto el interrogante y la posibilidad que el conjunto de los trabajadores estatales retomen este camino, abonado por las luchas de los obreros de LEAR y Donnelley, que es el único posible para enfrentar el ajuste que preparan. |