El 3 de octubre de 2014, Evelia Murillo fue asesinada en la puerta de la escuela- albergue de la misión Wichi El Bodabal, en el norte salteño. La docente tenía 44 años y desde marzo de ese año se desempeñaba en esa escuela. Murió al recibir un disparo en el pecho, cuando se interpuso ante José “Maco” Cortés que pretendía violar a Cristina Maidana, vecina del paraje. Cristina, junto con su sobrina habían llegado a la escuela, que es un punto de referencia en la zona, desesperadas, escapando de José Cortés. Evelia, para protejerlas, las había escondido debajo de la cama.
Luego de asesinar a Evelia, Cortés amenazó e intentó abusar de otras jóvenes que se encontraban en la escuela; pero una de ellas corrió pidiendo auxilio y finalmente fue detenido.
Los jueces Ricardo Martoccia, Osvaldo Chehda y Asusena Vásquez condenaron a Cortés por homicidio calificado por violencia de género, aunque la defensa de “Maco” pedía que fuera considerado homicidio simple. Cortés continuará detenido en la Unidad Carcelaria Nº5 de la ciudad de Tartajal. Además deberá pagar 300 mil pesos a la hija de la víctima, Sofía Murillo.
El femicidio de Evelia ocurrió días antes de realizarse el Encuentro Nacional de Mujeres (ENM) en la ciudad de Salta y a pocos días de que el gobernador Juan Manuel Urtubey decretara la Emergencia Social por Violencia de Género.
Evelia era una trabajadora de las escuelas-rancho, donde el proceso de enseñanza aprendizaje se realiza en forma muy precaria. Fue una luchadora docente que venía participando de las huelgas que en 2014 pusieron en alerta al gobierno, reclamando no sólo aumento de salario sino también por las pésimas condiciones en las que se trabaja. Por eso la bronca se sintió en todas las escuelas y ante cada paro, en la voz y trabajo de cada docente.
En el ENM, el femicidio de Evelia fue bandera de lucha y tomado en sus manos por las miles de mujeres que llegaron a la provincia, donde una mujer es asesinada cada 19 días. Desde ese momento, se empezó a escuchar bien fuerte el grito de Justicia para Evelia en cada movilización, por el Ni Una Menos, ante cada nuevo femicidio. |