Este redundó sobre la intención de gobernar bajo el peso de la justicia. ¡Claro! Una justicia con mayoría radical hecha a su medida, como forma de “terminar con la pesada herencia de descontrol y corrupción”. Evitó hablar de la inflación, los tarifazos, los despidos y el magro aumento salarial para los estatales.
Ese mismo día en la ciudad vecina de Palpalá se anunciaron despidos de trabajadores en la fábrica siderúrgica Aceros Zapla que administra Sergio Taselli. La misma empresa que insiste en llevar a un juicio penal a sus principales dirigentes y delegados, como es el caso del Secretario General Víctor Aguirre y el delegado Julio Mamaní, ex candidato a intendente por el Frente de Izquierda/PTS en esa ciudad. La causa es por haber estado al frente del último paro en la fábrica, una clara muestra que todo tiene un correlato contra los trabajadores.
Es que los empresarios como Taselli toman nota de las palabras del gobernador para llevarlas hasta el final y no solo judicializar la protesta y el derecho a huelga, sino también no reconocer derechos a los trabajadores, ni a su sindicato; o darle vía libre a empresas buitres como es el caso de Mina Pirquitas, una multinacional canadiense que se da el lujo de dejar en la calle a 600 familias por una supuesta falta de rentabilidad. El gobierno en vez de exigir que abra sus libros de contabilidad para dejar en claro los millones que ganó, ofrece proyectos “productivos” a los futuros despedidos. Una burla para los trabajadores que ya sabemos de estas salidas de miseria que se aplicaron con los despedidos durante las privatizaciones en los 90´.
Los despidos en Jujuy ya se cuentan de a miles y de forma silenciosa, mientras los tarifazos y la inflación hacen crujir los bolsillos de los trabajadores.
El anuncio del paupérrimo aumento salarial que dio el gobierno del 22% para los estatales, generó una amplia indignación en las bases. Sin embargo, las cúpulas sindicales hasta el momento no lanzaron medidas contundentes, más allá de paros aislados, y no se deciden a unificar la lucha para pararle la mano a Gerardo Morales en las calles.
Más cuando, desde diciembre, los funcionarios (entre ellos el mismo Gobernador) se aumentaron sus dietas un 40% aplicando un decreto de la época del gobernador Barrionuevo que el PJ nunca se atrevió a utilizar. Ahora Gerardo Morales ganaría 198.000 pesos, como lo denuncia ATE. Es pura demagogia el discurso de la transparencia ganando sueldos de privilegio como éste.
Más que nunca se pone sobre el tapete la necesidad de una respuesta obrera, no solo para terminar con los salarios de miseria que la inflación y los tarifazos se comen día a día, proponiendo un salario básico y móvil igual a la canasta familiar ligado a los índices inflacionarios; sino también responder al discurso de transparencia y anticorrupción del Gobierno, que así como Fellner, Morales sigue manteniendo la jugosa herencia de los privilegios e importantes dietas. Que todo diputado o funcionario gane lo mismo que un trabajador o una maestra.
Hay que organizar la resistencia al ajuste e impulsar la prohibición de los despidos durante 2 años, exigiendo a los empresarios, como los de Aceros Zapla, la apertura de los libros de contabilidad, para corroborar si están o no en crisis y qué hicieron con todo lo que ganaron estos años, mientras vacían las empresas. |