www.izquierdadiario.es / Ver online / Para suscribirte por correo o darte de baja, haz click aquí
La Izquierda Diario
22 de febrero de 2025 Twitter Faceboock

75 AÑOS DE EXPLOTACIÓN
El corte inglés, el relato de un “éxito” y el silencio de la explotación
Juan Romero | Madrid | @jromelasco

Una masiva campaña publicitaria nos recuerda estos días la “historia” del Corte Inglés, un “éxito emprendedor” Marca España que oculta la explotación.

Link: https://www.izquierdadiario.es/El-corte-ingles-el-relato-de-un-exito-y-el-silencio-de-la-explotacion?id_rubrique=2653

“Quién diría que una pequeña sastrería en la calle Preciados acabaría convirtiéndose en el primer gran almacén de Europa y el tercero a nivel mundial, además de una referencia en el día a día de tantas generaciones…”.

Así es como el Corte Inglés comienza a relatar su historia en su 75 aniversario. Lo relata con el mismo discurso que utiliza el dueño de Zara “…comencé vendiendo batas en una humilde mercería…”, lo que no cuentan es cómo pasaron de la “humildad”, el “sacrificio” y el “esfuerzo emprendedor” a explotar de la forma más vil posible a sus trabajadores.

El lenguaje del emprendedor, o mejor dicho del capitalismo, siempre es el mismo. Consiste en la creación de un cuento de hadas donde las grandes empresas actuales del capitalismo consumista se originaron desde el trabajo duro y el sacrificio. Pero esto no es solo en España, en todo el mundo se está difundiendo este mensaje y evidentemente dentro de estas fantasías, no tiene cabida el sindicalismo, ni los derechos laborales, ni nada que se le pueda parecer.

Durante años, El Corte Inglés era un establecimiento que me resultaba indiferente. Su historia empezó a cambiar con mi propia historia, cuando participé en mi primera huelga general. Me acerqué junto a otros cientos de huelguistas a las puertas de El Corte Inglés de la calle Preciados, el establecimiento más importante de esta cadena en Madrid. Los policías antidisturbios se emplearon a fondo para impedir que no nos acercáramos al establecimiento. El Corte Inglés desafiaba a los trabajadores, era conocida su inquina contra las organizaciones sindicales.

Durante muchos años los únicos sindicatos con presencia en la cadena comercial eran sindicatos corporativos, amarillos, creados y financiados por la propia empresa. El mínimo movimiento para organizarse sindicalmente era objeto de un despido fulminante. Ni siquiera CCOO y UGT consiguieron implantarse.

Desde entonces, en las huelgas generales, es un clásico intentar rodear el Corte Inglés. Es un desafío, ya que sus empresarios se empeñan en mantener abiertos sus establecimientos con la activa colaboración de la policía antidisturbios. No hay normalidad, pero ellos intentan dar esa imagen falsa de mantener sus puertas abiertas. El Corte Inglés, siempre está unido al movimiento antiobrero, esquirol, de patronal chulesca y opresora.

En los últimos años varios cientos de trabajadores han sido despedidos, reponiéndolos con trabajadores subcontratados que tienen peores condiciones que los propios dependientes del Corte Inglés. Asimismo, son numerosos los casos de despidos motivados por pedir la baja por embarazo, enfermedad, etc.

El relato que hace de sí misma la empresa es como ha ido creciendo y expandiéndose. Década a década ha ido ganando terreno al resto de los grandes almacenes. Pero no dice que poco a poco las tiendas de los alrededores pasan a sus manos incapaces de resistir la competencia. Se van configurando barrios presididos por su bandera triangular verde como ya ocurre en la calle Preciados, en la Puerta del Sol, en Argüelles o en Nuevos Ministerios, por citar algunos ejemplos en Madrid.

El Corte Inglés es un monstruo que se presenta como un corderito. Pretende presentar la mejor cara del “capital bueno”. Aquel que te vende la felicidad, para conseguirla, únicamente tienes que comprar y para eso están decenas de dependientas-esclavos que te reciben con la mejor de sus sonrisas, sabiendo que si no se humillan ante el cliente se irán a la calle.

Por eso, El Corte Inglés, como Inditex entre otras empresas, representa el consumismo más desaforado, voraz y la explotación más feroz. Eso sí, debidamente envuelto en papel celofán y en una bolsa con su correspondiente anagrama. Ante todo, debe prevalecer el disfraz del capitalismo amable.

 
Izquierda Diario
Síguenos en las redes
/ IzquierdaDiarioEs
@iDiarioES
[email protected]
www.izquierdadiario.es / Para suscribirte por correo, haz click aquí