La firma ratificó su decisión de cerrar la fábrica de aceite de soja ubicada a la vera de la ruta nacional 33 cuando finalice la conciliación obligatoria.
Más de un mes de conflicto y 28 trabajadores con sus familias quedan en la calle. Como denunció durante el conflicto el delegado gremial Pablo Lucero, detrás de esta decisión "queda al descubierto la maniobra empresaria que tiene por finalidad echar a los trabajadores aceiteros sindicalizados para reabrir la planta en pocos meses reduciendo costos laborales arbitrariamente".
Con el cierre no solo se verán afectados los obreros cesanteados sino también las actividades que genera en forma indirecta la aceitera, que representan un importante aporte para el movimiento económico de la localidad.
A fines de Febrero la empresa anunció el cierre de su planta desatando el conflicto con sus 28 trabajadores que reclamaban el pago de salarios adeudados. En ese momento, la empresa adujo falta de rentabilidad aunque en 2015 abrió otra aceitera, ALPROSA S.R.L., que continúa operando con plena capacidad.
En 2012 y 2013 la firma también intentó cerrar presentando un procedimiento preventivo de crisis que no prosperó porque no pudieron acreditar con sus balances la falta de rentabilidad. En esa ocasión, también hubo trabajadores despedidos que finalmente tuvieron que ser reincorporados. |