Hoy habla de modernización, de Estado eficiente, de combate a los ñoquis, para ellos la herencia recibida es un Estado elefantiásico y nada dicen de la verdadera herencia que dejó el kirchnerismo: centenares de miles de contratos precarios, inestabilidad laboral. Lo que permitió que el PRO avance con su plan de la mano de este verdadero CEO de los despidos.
Andrés Ibarra, economista egresado de la Universidad Católica, que se liga tempranamente al grupo Macri (SOCMA) en 1979, precisamente cuando la familia de papá Franco hacía negocios con la dictadura genocida, gracias a los cuales pudo acrecentar su fortuna, su cantidad de empresas y sería beneficiado con la estatización de la deuda. El señor “manos de tijera” sabía muy bien dónde comenzar su carrera.
Apenas empezada la década del 90 ya era gerente de control de gestión en el holding SIDECO, la constructora mediante la cual los Macri seguían haciendo negocios con el Estado.
En 1997, Menem privatiza el Correo Argentino, la concesión es otorgada al grupo familiar de los Macri, donde Mauricio fue su vicepresidente hasta el 2003. Cuando SIDECO toma posesión de la empresa postal, el flamante director comercial y de marketing es Ibarra “manos de tijera”, cargo que poco tiempo después cambiaría por el de director titular.
Ahí es cuando Ibarra se pone al frente de implementar retiros voluntarios y despidos. Durante su gestión, 3 mil trabajadores del correo quedaron en la calle.
La concesión del Correo implicaba para la familia Macri pagar un cánon de 51 millones de dólares. Ya en 1999 deja de pagarlo. Cuando en el 2003 la justicia decreta la quiebra, Ibarra seguía siendo su director y la deuda con el Estado argentino ascendía a 659 millones de dólares.
Por esa causa, al señor de los despidos se le prohíbe salir del país por casi 8 meses. Trabajadores en la calle, estafa al Estado nacional: la escuela de Andrés Ibarra.
Después de esa “experiencia” con el correo argentino, y luego de su paso por el club Boca Juniors, donde aprovecha los negocios de Franco Macri con China para acrecentar los dividendos del club de su amigo Mauri, comienza su gestión en la administración pública y pasa a ser primero el Secretario de Educación, donde el mismo Naradowsky (primer ministro de educación del gobierno porteño de Macri) lo vincula como responsable de la contratación del servicio Ciro James, además de relacionarlo con el “fino” Palacios, procesado por ordenar escuchas ilegales. Lindos amigos.
Pasa luego a estar al frente de la Secretaría de Recursos Humanos, donde tuvo bajo su supervisión a 124 mil empleados municipales, desde allí avanzó, con la complicidad del gremio SUTECBA, en la precarización laboral de los trabajadores de la ciudad de Buenos Aires, pasando luego a ser el ministro de modernización (el mismo cargo que ostenta ahora en la Nación).
Allí manejó su ministerio como lo que siempre ha sido, un alto gerente de empresa: se ocupó de que los contratos laborales sean de bajos salarios, además de tercerizar con fundaciones por lo cual florecían las pasantías sin ningún derecho laboral, cuestión que afectó y afecta sobre todo a centenares de jóvenes.
Esa es la “carrera” del ministro de modernización de Macri. | 
