El brutal ataque a los normalistas de Ayotzinapa en el 2014 y la desaparición de los 43, siendo el normalismo combativo la base estructural del magisterio, sentó las bases para los duros golpes que siguieron.
Luego de militarizar Oaxaca, encarcelar a cuatro maestros, girar más órdenes de aprehensión, congelar cuentas sindicales, militarizar la evaluación docente y provocar la muerte del maestro David Gemayel Ruiz en Chiapas, el gobierno despidió a 3,360 maestros de 28 estados por no presentarse a la llamada -como lo demuestran los ceses- evaluación punitiva.
De la mano de la reforma educativa, viene avanzando la privatización de la educación pública mediante el programa “Escuelas al CIEN”, se recorta el presupuesto para la educación básica, se fortalece el control de la burocracia charra del SNTE (Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación) en las escuelas mediante “La Escuela al Centro” y se prepara la reforma a las normales.
Pero el ataque avanza, como lo muestra la decisión de adscribir al Instituto Politécnico Nacional (IPN) a la Subsecretaría de Educación Superior, aunque los jóvenes estudiantes se vienen manifestando ya mediante la organización de mítines, marchas y asambleas en donde se está discutiendo cómo enfrentarlo.
Se recrudece la agresión
El 24 de marzo fue balaceado el Prof. Carlos Jiménez Velasco, de Chiapas. El 5 de abril, en el municipio de Las Choapas, Veracruz, en un ataque con arma de fuego resultó muerto el Prof. Miguel Castillo Rojas y herido de gravedad su hermano Moisés, quien aún se encuentra hospitalizado, ambos hijos de Rosario Rojas Aragón, vocera del Movimiento Magisterial Popular Veracruzano-CNTE (MMPV-CNTE). Y el mismo 5 de abril, fue asesinado el Prof. Baldomero Enríquez Santiago en Pochutla, Oaxaca.
En todos estos casos, la CNTE (Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación) señala como responsables a “agentes del Estado”.
En Guerrero, el 1 de abril fue hallado el cuerpo sin vida del estudiante Carlos Sánchez Salvador, del Centro Regional de Educación Normal (CREN) de Iguala. El 9 de abril, estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa fueron brutalmente agredidos por policías federales y estatales, quienes encañonaron y golpearon a los jóvenes tras detener el camión en el que regresaban de un volanteo en Chilpancingo. El 12 de abril, normalistas de Tiripetío en lucha por el pago de becas, fueron violentamente reprimidos, a golpes y con gases lacrimógenos, por la policía de Michoacán.
Organicemos la resistencia
El magisterio se viene organizando para responder al ataque. En Tlaxcala y Durango, el movimiento ha parado escuelas contando con el apoyo efectivo de padres de familia. En Durango la represión llegó al ingreso por la fuerza de policías a casas de maestros, y se registraron dos nuevas detenciones de profesores, los que ya fueron liberados.
El gobierno ha comenzado a implementar la “segunda oportunidad” para los maestros de Guerrero, Michoacán, Oaxaca y Chiapas que no se evaluaron en la primera ronda (y que no se atrevió a despedir por el peso de la CNTE en esos estados)
En Guerrero los pasados 8 y 9 de abril este nuevo intento fue rechazado por la mayoría de los maestros quemando las notificaciones y tomando edificios públicos. Con su habitual tono autoritario, Aurelio Nuño, anunció el despido de alrededor de 1,300 maestros guerrerenses por no evaluarse. Y para los próximos meses se tiene prevista la “segunda oportunidad” para los maestros de Michoacán, Oaxaca y Chiapas.
Hacia adelante, la CNTE viene proyectando una serie de acciones tendientes a reactivar la lucha nacional de los maestros, por la reinstalación de los despedidos, la libertad de los presos, justicia para los caídos y contra la reforma educativa.
El plan de acción emanado de la CNTE es un buen avance en la perspectiva de fortalecer la resistencia frente al ataque, y como aporte a ello, los maestros y maestras de la Agrupación Magisterial Nuestra Clase, hemos planteado en la Asamblea Nacional Representativa de la CNTE, que es necesario generar una base de apoyo amplia para garantizar el paro en las escuelas de la CDMX y en los Estados donde no existen condiciones aun para garantizar el paro y las acciones propuestas, con apoyo de los sindicatos democráticos y los padres de familia, asi como el impulso del fondo de huelga antes mencionado.
Unidad Magisterio-Normales-Poli
La reforma educativa y todo el ataque contra la educación pública están hechos a la medida de un México que, a través de las últimas décadas, se ha transformado en una plataforma de exportación hacia Estados Unidos, en donde reina el trabajo precario.
Sus objetivos consisten, por un lado, en la generación de mano obra calificada y barata, en privatizar la educación poniéndola bajo control de los empresarios y en vincular la educación con la producción capitalista; y por otro, en asestar una derrota histórica al magisterio, uno de los sectores más combativos de la clase trabajadora mexicana, para imponer una estabilidad reaccionaria y avanzar con los planes de hambre y miseria sobre el pueblo trabajador.
La educación, sus trabajadores y los estudiantes están en la mira del gobierno. Frente a ello, las próximas semanas pueden ser claves para dar una respuesta a la altura de la ofensiva, en donde una medida elemental debe ser concretar la unidad entre los sectores bajo ataque.
Este 1ro de mayo, impulsemos la unidad combativa entre maestros, normalistas y la comunidad del Politécnico, marchemos junto a otros sectores de trabajadores y estudiantiles haciéndoles el llamarlos a organizarnos en común.
Hacia el 15 de mayo, fecha de inicio del paro magisterial, impulsemos el estallamiento simultáneo con el Poli, del paro nacional, en la perspectiva de extenderlo a todo el sector educativo para frenar el ataque, echar abajo la reforma educativa e imponer nuestras demandas. |