Para Bachelet: "Fue un hombre que permitió reconstruir un país democrático una vez que asumió la Presidencia de la República (…) abrió el camino para que Chile pudiera retornar a una plena democracia, poniendo siempre por delante a los chilenos y la unidad de los demócratas, buscando siempre a través del diálogo y el acuerdo poder avanzar hacia la democracia plena”.
Como mostramos aquí, Aylwin apoyó el golpe de las Fuerzas Armadas comandadas por Pinochet, que dejó decenas de miles de trabajadores, estudiantes y militantes de izquierda asesinados, torturados, deportados y exiliados. Luego, lideró el “pacto” con los genocidas de la transición manteniendo la obra neoliberal de la dictadura. Obra que se mantiene hasta el día de hoy, y la perpetúa Bachelet. Por eso le rinde homenaje.
Al pueblo trabajador: no hay duelo, sino silencio y encubrimiento. Así fue con el joven obrero forestal de 26 años Rodrigo Cisternas, asesinado por la policía en el primer gobierno de Bachelet. Así también el 24 de julio de 2015, murió acribillado por la policía el obrero minero Nelson Quichillao, bajo el segundo gobierno de Bachelet.
“Duelo nacional” para golpistas. Represión, muerte y silencio a los caídos del pueblo trabajador. Un gobierno de los empresarios y sus pactos de silencio e impunidad.
Recordamos a Rodrigo Cisternas, Nelson Quichillao y los miles de asesinados, torturados y exiliados por la dictadura militar. |