ID: Recientemente el Ejército mexicano pidió disculpas por la tortura a una mujer guerrerense cuya evidencia videograbada se viralizó en redes sociales ¿Qué opinas al respecto?
SM: Las disculpas no sirven para nada. En este caso, se trata de una operación política por parte del ejército para tapar el sol con un dedo. Pidieron disculpas el Jefe del Ejército mexicano y los responsables federales de la policía y de derechos humanos porque las fuerzas armadas están en el ojo del huracán por su participación en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Y no sólo por eso, se ha desgastado enormemente ante la opinión pública la estrategia de militarización del gobierno para enfrentar al narco porque, lejos de atemperarlo, lo que han proliferado son los sistemáticos casos de violaciones a derechos humanos como en Tlatlaya (donde un batallón del ejército ejecutó extrajudicialmente a 22 jóvenes), la desaparición y asesinato de decenas de miles de personas, mientras siguen apareciendo múltiples casos de asociación entre el narco, el gobierno y todas las instituciones estatales. En el caso de la jovencita torturada en Guerrero, las evidencias hablan por sí mismas, pero hay múltiples casos más de los cuales no contamos con evidencia tan contundente salvo el testimonio de las víctimas que es desoído sistemáticamente.
ID: ¿Crees entonces que la militarización ha sido en prejuicio de los derechos humanos?
SM: Absolutamente. Hay múltiples testimonios e investigaciones que dan cuenta de que la tortura en México es sistemática y documenta Amnistía Internacional que durante el gobierno de Enrique Peña Nieto las violaciones a derechos humanos se incrementaron en un 600%. Simplemente a principio de año la Procuraduría General de la República (PGR) tuvo que informar que se han presentado 1,273 denuncias por tortura que involucran a militares. Y esos son los casos que se denuncian.
Existe una cifra negra que no llega a los medios ni a las instituciones porque las víctimas no se atreven a denunciar, en tanto que sus comunidades están militarizadas. Es tan escandaloso el accionar de las fuerzas armadas y del gobierno mexicano en materia de derechos humanos que justamente en estos momentos hay una controversia entre el poder ejecutivo y la comisión internacional de expertos que investigan el caso Ayotzinapa porque están siendo saboteados por el propio gobierno. Y pesa también sobre el gobierno mexicano la denuncia del relator de Naciones Unidas sobre tortura que entregó ante la institución un informe donde se confirma que en México la tortura es generalizada. Por eso el caso de la joven torturada en el video hay que repudiarlo entendiendo que no es un caso aislado y que estamos ante una práctica sistemática de las instituciones del Estado.
ID: ¿Qué perspectivas le ves a la lucha por los derechos humanos en México?
SM: Ya en el 2011 estalló en México el movimiento contra la militarización al que concurrieron centenas de miles de personas a las calles para decir basta a la guerra contra el narcotráfico. Un ala del movimiento del cual fui parte, planteamos la necesidad de exigir la desmilitarización inmediata del país justamente porque la misma afecta a los sectores más vulnerables y también a los luchadores sociales, los periodistas independientes y los defensores de derechos humanos.
En la capital, la candidatura que represento junto a Sulem Estrada bregará por la desmilitarización de la Ciudad de México, en contra de las leyes que criminalizan la protesta social, por erradicar el ilegal protocolo de control de multitudes, por la libertad de los presos políticos y por el respeto a los derechos humanos. Pero es fundamental acompañar esta lucha en las calles, juntos y organizados para pelear por cada uno de nuestros derechos.
Al mismo tiempo, la norma es que las violaciones a derechos humanos por parte de las fuerzas armadas y policiales queda impune, por eso acompañamos el grito de justicia para las víctimas de tortura y desaparición forzada. |