“El bote se hundía y se hundía… todas las personas murieron en minutos”, contó un inmigrante etíope llamado Mohamed a los integrantes de la Organización internacional para las Migraciones.
“Vi a mi esposa y a mi hijo de dos meses morir en el mar, junto con mi cuñado”. “Después del naufragio quedamos en el mar varios días, sin comida, sin nada”, dijo.
Este es el relato espeluznante de algunos de los que sobrevivieron a un gran naufragio, encontrados en el mar este sábado y trasladados a la costa de Italia.
Entre los supervivientes se encuentran 37 hombres, tres mujeres y un niño de 3 años, provenientes de Somalia, Etiopía, Egipto y Sudán. Después de llegar a la costa y ser atendidos por personal médico, pudieron reconstruir las escenas de la tragedia.
Los voluntarios de ACNUR que los entrevistaron fueron descubriendo a través de su testimonio lo puede ser una de las peores tragedias en el Mediterráneo desde hace un año. Unas 500 personas viajaban hacinadas en un barco muy grande que se hundió en el mar en una zona no identificada entre Libia e Italia.
Los inmigrantes contaron que junto a otras cien personas habían salido hace una semana desde una localidad cerca de Tobruk, en Libia, en un barco de 30 metros de largo.
"Después de varias horas en el mar, los contrabandistas intentaron trasladar a los pasajeros a un barco más grande que llevaba a cientos de personas en condiciones de hacinamiento", dijo ACNUR en un comunicado. "En un momento del traslado, el barco más grande volcó y se hundió."
Los que se salvaron lo hicieron porque no habían llegado a subirse al barco más grande o lograron alcanzar nadando el bote más pequeño. Fueron rescatados después de tres días a la deriva.
En lo que va del año 2016, 179.552 refugiados e inmigrantes han llegado a Europa por vía marítima a través del Mediterráneo y del Egeo. Considerando este nuevo naufragio, al menos 1260 personas han muerto o desaparecido viaje desesperado y plagado de riesgos.
Esta tragedia coincidió con el aniversario de la muerte de más de 700 inmigrantes en las costas italianas de Lampedusa, en abril de 2015, la mayor tragedia en el Mediterráneo que hoy vuelve a repetirse.
Este terrible suceso vuelve a mostrar que las políticas xenófobas y racistas de la UE cerrando fronteras, así como el pacto de expulsiones de la UE con Turquía, no evitan que los refugiados sigan intentando llegar a Europa. Pero los obliga a aceptar las peores condiciones que ofrecen los traficantes y viajar hacinados en barcos que se hunden en el mar. | 
