La fallida pugna que abrió el régimen
Los cuestionamientos subían a inicios de la semana, con el corte de agua y aludes con las lluvias que pusieron a la luz las relaciones entre las empresas y sus partidos y Gobiernos, la preocupación por cómo afectaron los barrios altos mientras los pobres padecían los efectos sin atraer la misma preocupación.
Entremedio, murió Aylwin, garante de las herencias de la Dictadura en su mandato, señalando el rumbo que siguieron todos los gobiernos de la Concertación y siguientes. El Gobierno y los partidos del régimen intentaron transformarlo en un hecho político, marcado por la reaccionaria idea de la unidad nacional, a la que contribuyó el PC haciéndose parte y lavándole la cara a Aylwin. Pero, fueron más lejos, abriendo una puja con trabajadores y estudiantes.
Primero, intentaron que no se realizara la marcha convocada por los estudiantes. Después, deslegitimaron a los estudiantes por no respetar los eventos “republicanos”. Siguieron con que la masiva marcha estudiantil no “empañaba” el “funeral popular”. Abrieron una puja con el movimiento estudiantil, y salieron perdiendo. Ese día de la marcha fueron más de 100.000 estudiantes en las calles de todo Chile, y 10.000 personas que se acercaron al funeral. Además, muchos de ellos criticando a la actual dirigencia política del régimen por la corrupción, contrastándola con la imagen de mayor austeridad del pasado.
Una puja en la que terminaron perdiendo, mostrando una relación de fuerzas más general, que expone la debilidad del Gobierno y todas las instituciones del régimen y la disposición a la lucha de los estudiantes y también los trabajadores. Días antes, el Gobierno salía también derrotado de su intento de desmovilizar el combativo paro con movilización de los trabajadores públicos que lleva 55 días en Atacama.
Es así que al finalizar la semana, los cuestionamientos se reavivaban desde todos los frentes. En las investigaciones de corrupción, las nuevas revelaciones de Natalia Compagnon, favoreciendo negocios de empresas en beneficio propio con sus redes en el sector púbico.
En la crisis de los partidos del régimen, pues la Nueva Mayoría no pudo inscribirse en el Servel para la realización de primarias, y se presentaron tres listas. Por otro lado, la derecha tuvo la renuncia del ex represor Labbe a la UDI.
En el proceso constituyente, las encuestas dicen que más del 80% no sabe aún como participar; el Consejo de Observadores está dividido; la derecha amenaza restarse para quitarle piso.
En la reforma educacional, crecen las denuncias de los estudiantes sobre su moderación, que no se trata de gratuidad sino de una beca, que se cocinó en el Ministerio, que se cede a los intereses privados, que no se modifica el financiamiento a la educación básica y media; de los rectores, que se dividen entre los de instituciones públicas y privadas.
Se abrió así una coyuntura favorable para el movimiento estudiantil, pero como toda coyuntura, es pasajera.
La demostración de fuerzas del movimiento estudiantil, y sus límites
Fue una irrupción. La primera convocatoria del año de los estudiantes, volvió a mostrar su disposición a la lucha, su capacidad de movilización y su fuerza masiva. Resultó en una demostración de fuerzas ante la reforma clave del Gobierno atravesada por múltiples tensiones e intereses enfrentados. Más de 100.000 en todas las calles de Chile. La reactivación de sectores de los secundarios. La incorporación de los funcionarios de las Universidades.
La decisión del Gobierno solo alienta un desarrollo de esta dinámica que se abrió: el trabajo pre-legislativo fue otra modalidad de la “cocina del Senado”, esta vez, la “cocina del Ministerio”. El esfuerzo es no tocar los intereses creados de los empresarios de la educación, asegurándoles millonarias transferencias de recursos. La promesa de gratuidad para todos resultó en una beca para algunos. La bancada del PS se preocupa de asegurar que la reforma no es “estatista” mostrando por dónde irá su votación. Va de la mano con lo que hicieron en todas sus promesas, como la de reforma laboral, que terminó siendo pro-empresarial.
A esta demostración de fuerzas, se sumó la de los trabajadores de Atacama, que en una votación con 82% se rechazó la exigencia del Gobierno de terminar el paro y la movilización, y llevan 55 días paralizados y movilizados.
Los trabajadores se preparan para el 1º de mayo, donde probablemente no se expresen estos procesos en los distintos actos, sino que en los que están en curso, como Atacama, y los por venir.
Los estudiantes se preparan para nuevos eventos. Los secundarios anunciaron una nueva movilización para los primero días de mayo, que podrían incluir tomas de liceos.
Pero, esta demostración de fuerzas tiene límites. En Atacama está planteado un paro regional de todos los trabajadores para fortalecer la lucha de los del sector público, pero se intenta reforzar la confianza en el Parlamento para desplazar hacia allí la solución del conflicto.
En el movimiento estudiantil, las dirigencias hablan de la “ofensiva estudiantil”, pero no se dan pasos en ese sentido. Tal vez la masiva marcha del jueves 21 empuje a recorrer ese camino. La dirigencia de Izquierda Autónoma, del diputado Gabriel Boric, en la FECH y otras Federaciones, empieza a instalar la idea de avanzar en la reforma con “gradualidad”, empalmando con el Gobierno. Y no se sumó, hasta ahora, al llamado a nueva movilización de los secundarios, con la CONES convocando para el 5 de mayo.
La decisiva batalla por la reforma educacional, será dura. Los empresarios de la educación, a través de sus Rectores y expertos, con campañas mediáticas, con sus parlamentarios, en la derecha y la Nueva Mayoría, están activos. El Gobierno ya dio por terminada la “obra gruesa”. Una coyuntura favorable, puede transformarse en su contrario. El Gobierno está activo y se prepara, como con las leyes represivas que lleva al Parlamento, e intentando dividir a estudiantes y trabajadores. Hay que fortalecer al movimiento estudiantil y la unidad con los trabajadores. Empezando por un “Plan de Lucha” y por impulsar la organización desde las bases. |