En una ruidosa columna las valientes personas con discapacidad al grito de “Evo y Zapata no se lleven nuestra plata” y “se siente, se siente los disquis están presentes” –en alusión a sí mismos-, ingresaron a la ciudad.
Cientos de personas de la ciudad de La Paz y El Alto salieron a solidarizarse con la columna de personas con discapacidad que ingresaba a la ciudad entre aplausos, saludando su valentía, brindándoles agua y sumándose a la marcha que paso que daba se engrosaba con los transeúntes de las principales avenidas paceñas.
Como es conocido, desde finales de marzo, con el fin de conseguir un bono mensual de Bs. 500, frente al actual bono anual de Bs. 1000, las personas con discapacidad, fueron avanzando desde la ciudad de Cochabamba a 278 km de la ciudad de La Paz.
Sorteando diversas dificultades impuestas en su camino como los problemas de salud (musculares, de huesos y/o diversas infecciones), ataques del gobierno y la hostilidad de los burócratas sindicales campesinos en la ruta, a la muerte de sus compañeros en vigilia, a la falta de muchas condiciones para avanzar y poder descansar en las noches, al mal tiempo; las personas con discapacidad llegan a la sede de gobierno para enfrentar a un gobierno que se niega rotundamente a atender sus legítimas demandas.
Los cuatro accesos a la plaza Murillo (la plaza principal de la ciudad de La Paz) amanecieron cerrados. Instalando en esta, vallas de seguridad y un carro policial antimotines Neptuno. Medidas que según justifica el Viceministro de Igualdad y Oportunidad, serían por un tema de seguridad, descartando también una futura reunión con el Presidente Evo Morales, tal como demandan los marchistas. El gobierno afirma que el bono solicitado por este sector llegaría a desestabilizar la economía nacional.
Según datos proporcionados por la agencia ANF que brinda cifras aproximadas de diversas inversiones estatales se evidencia que el gobierno si tuviera la intensión de resolver estas demandas estaría en condiciones de asumir el costo del bono. Los datos arrojados muestran que “se podría sumar el costo del nuevo Palacio Presidencial (Bs 252 millones), el nuevo Palacio Legislativo (Bs 190 millones), el museo de Orinoca (Bs 47 millones), el avión presidencial (Bs 263 millones), el aeropuerto internacional de Chimoré de dudosa utilidad (Bs 254 millones), el estadio de Chimoré, que no se llenaría ni con todos los habitantes del municipio (Bs 20 millones) y las canchas de césped sintético (que según el analista Agustín Echalar habrían demandado un costo de 300 millones de dólares, equivalentes a poco más de 2.000 millones de bolivianos), para llegar a la conclusión de que si no se hubieran hecho muchos de estos gastos dispendiosos, sí habría dinero para el bono de los discapacitados". La misma fuente afirma que, la suma de todas esas compras, alrededor de 3.000 millones de bolivianos, podría sostener un bono mensual de Bs 500 durante 12 años.
La COB (Central Obrera Boliviana) y todas las organizaciones sindicales que hasta el día de hoy han mantenido un cómplice silencio con el gobierno están en la obligación de defender a los trabajadores y personas con discapacidad, impulsando una gran movilización nacional para que sus demandas sean atendidas.
