Paul Singer, el buitre mayor, titular del fondo NML publicó en el diario financiero The Wall Street Journal sus enseñanzas sobre el pago de los bonos de deuda argentina que tituló como “Lecciones de nuestra guerra de bonos”.
En el artículo volvió a elogiar al Gobierno nacional por negociar la salida del default. Singer ya había felicitado a Macri por ser el “Campeón de la reforma económica”.
El bonista relató la historia desde la compra de bonos, el default del 2001 y explicó que cuando inicialmente invirtió en esos bonos "creímos que una reestructuración negociada podía ayudar a la Argentina a evitar un default". También agregó que “creímos que si participábamos en una negociación, podíamos ayudar a lograr un buen acuerdo para todos los tenedores de bonos del país".
Según el acreedor mayor, Argentina se negó a negociar y luego de casi tres años ofreció una oferta que describe como "o lo tomas o lo dejas", también cuestionó la ley que se sancionó que prohibía pagar a cualquier tenedor de bonos que hubiera rechazado esa oferta.
Por el acuerdo con los fondos buitres, varios especialistas advirtieron que podrían peligrar futuras restructuraciones de deuda. Ante esto, Paul Singer, justificó su accionar afirmando que si no hubiese una autoridad capaz de hacer cumplir los fallos judiciales el valor de los bonos podría caer. El inversor se pregunta “¿quién va a querer este tipo de bonos si los titulares no pueden hacer valer sus derechos y los países pueden pagar lo que ellos quieran y a quienes ellos quieran?” y agrega que el mundo sería “caótico” y que tiene que haber un “justo equilibrio de poder entre los deudores soberanos y sus acreedores”.
La columna de Singer pareciera la de un bonista menor que sufrió el default argentino, pero el buitre mayor tiene esta práctica en varios lugares, en los años 90 obtuvo, mediante fallos judiciales, 43 millones de euros en deuda de Perú que había comprado por sólo 8 millones, y otros 67 millones en pasivo de Congo que había adquirido por 15 millones.
El canje que no aceptó Singer y que lamenta en su columna representó ganancias del 300 % para los bonistas que ingresaron a los canjes del Gobierno anterior, además del plus que cobraron por crecimiento de la economía (bonos atados al PBI) y por inflación.
El fondo NML de Singer, con el acuerdo cerrado por Cambiemos, obtuvo un rendimiento de 1.308 % respecto del capital invertido. Si se compara con los canjes pasados, valió la pena esperar. Si compro sus bonos en 2001, 15 años después, si pagaron el 30 % del nominal, el rendimiento anual que estaría embolsando por su “inversión” es de 19,28 %.
Como se observa en las palabras de Paul Singer, sobran los motivos para que los fondos buitres celebren mientras tanto Argentina lanzó la mayor emisión de deuda para un país “emergente” para pagarles y una nueva etapa de endeudamiento se pone en marcha. |