Supuestos representantes de la Asamblea General Politécnica (AGP) llevan más de un año en negociaciones con las autoridades. No cuentan con el respaldo de estudiantes, trabajadores y académicos. No tiene diálogo con la comunidad politécnica. Presenta cientos de candados y limitantes para ser parte del Comité Organizador del Congreso Nacional Politécnico, e incluye un arreglo para que las elecciones queden a modo de las autoridades. Éste es el resultado de bajar el paro del 2014 a cambio de papeles y promesas con el gobierno federal.
Rumbo al Congreso Nacional Politécnico: ¿Qué hay que pelear?
En la lucha actual del Politécnico, en la mayoría de las asambleas por planteles, la comunidad se ha pronunciado en contra de realizar las elecciones para conformar el Comité Organizador del Congreso Nacional Politécnico, en medio de la lucha actual y se ha alertado de que vamos a una trampa para legitimar el proyecto de Fassnacht y de Aurelio Nuño.
A pesar de todo esto, las mesas de diálogo siguen, sin que nadie las pueda frenar, aunque en las mesas con las autoridades se discuten mil particularidades del proceso, ni una sola ocasión se consultó a los casi 200 mil politécnicos qué opinaban.
Ante este proceso completamente antidemocrático, es necesario llamar a romper con el proceso para la instalación del Congreso Nacional Politécnico de las autoridades. Con la movilización y asambleas impongamos nuestro propio Congreso, que refunde el IPN, para ponerlo al servicio del pueblo pobre y trabajador y no de los intereses de las grandes empresas y el capital.
Un Congreso Nacional Politécnico de la base
Desde la Juventud del Movimiento de Trabajadores Socialistas (MTS) consideramos que para poder dar un giro de 180° a la actual política que el movimiento del IPN mantiene desde septiembre del 2014, es necesario que en las asambleas, en la AGP, en las aulas y en cada espacio de discusión de la comunidad politécnica, se vuelve una necesidad debatir y recuperar los métodos de la más amplia democracia en el movimiento estudiantil. Como en el ’68 con el Consejo Nacional de Huelga (CNH) y en 1999 con la Huelga de la UNAM con el Consejo General de Huelga (CGH).
Es de primer orden democratizar nuestras asambleas, hacer caso a las demandas de la comunidad politécnica que tiene ganas de luchar y no se siente representada por la gente de las “Mesas 5x5” que se reúnen con Fassnacht y no representan ningún mandato de asamblea.
Todo acuerdo que se tome en la Asamblea General Politécnica tiene que ser emanado de la base estudiantil, respaldado por la asamblea a través del mecanismo de votación, donde los delegados o voceros sólo llevan la voz y mandato de su asamblea y su cargo debe ser rotativo y revocable.
En la medida que conquistemos y garanticemos la mayor democracia en el movimiento, debemos pelear por conquistar un Congreso Nacional Politécnico (CNP) que sirva para las demandas de los estudiantes, trabajadores y académicos del IPN, sin injerencia de la autoridades, a la cuales no les debemos ninguna explicación y respeto. Fassnacht y sus funcionarios son los encargados de aplicar la reforma educativa escuela por escuela.
¿Qué hacemos con las elecciones del Comité Organizador del CNP?
Desde la Juventud del MTS, opinamos que es momento de poner en jaque a las autoridades, de echar atrás cualquier acuerdo no consultado con la base de las escuelas. Es momento de hacer nuestro el Instituto y acabar de una vez por todas con aquellas figuras, que no tienen ningún fin académico (como lo es la figura de director general), y que acaban siendo correa de transmisión de la política educativa federal.
En al menos 11 vocacionales las votaciones no se realizarán, pese a que un sector quiso amagar repitiendo de manera constante, que iban a “retrasar” el trabajo de un año y medio. Este “trabajo” a espaldas de la base, el que prefirieron hacer dando la cara a las autoridades, pero jamás a la comunidad politécnica.
Es ahora, pese a que institucionalmente el Comité Organizado del CNP va a seguir su proceso legal, que debemos tomar en nuestras manos el futuro del IPN.
Refundemos nuestro instituto a través de un Congreso sin autoridades que luche por sacar a la Policía Bancaria Industrial. Al mismo tiempo debe pelear por la desincorporación del nivel medio superior del IPN del Sistema Nacional de Bachillerato (SNB) y la Reforma Integral de la Educación Media Superior (RIEMS), que subordina los intereses de la educación a los del mercado y que construya un gobierno tripartito de trabajadores, académicos y con mayoría estudiantil.
Transformemos la educación en este país, defendamos la educación pública y gratuita. Hagamos que la lucha en defensa de nuestra educación y nuestro IPN, sea parte de la lucha a nivel nacional en contra de la reforma educativa en alianza con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y diversas universidades del país. |