Todo parece indicar que el lunes se disolverán las Cortes y se convocarán nuevas elecciones para el 26 de junio. Teniendo eso en cuenta, los dos principales burócratas de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Pepe Álvarez, presentaron las 76 movilizaciones previstas para el próximo 1º de mayo, víspera de la disolución, queriéndole dar una “clara intencionalidad política”.
“Este Primero de mayo nos tiene que ayudar a situar con fuerza las reivindicaciones de los trabajadores. Debería ser un punto de inflexión y un elemento de participación masiva de los trabajadores. Queremos conseguir que el debate de las elecciones generales esté lleno de nuestras reivindicaciones”, dijo el máximo dirigente de UGT.
Marcahrán bajo el lema “Contra la pobreza salarial y social. Trabajo y derechos”, contra la pobreza y la desigualdad salarial, el Tratado de Libre Comercio entre la UE y EEUU (TTIP) y por la creación de empleo “estable y con derechos”
Ambos han recalcado que le “ha faltado generosidad” a los dirigentes políticos destacando la “incapacidad” para llegar a un acuerdo para derogar las reformas laborales de 2010 y 2012, la Ley Mordaza, la reforma del Código Penal, una subida del Salario Mínimo Interprofesional o aumentar las prestaciones por desempleo y una renta mínima para las familias sin ingresos.
Toxo, advierte de que la falta de acuerdos ha provocado una “decepción” entre la ciudadanía y eso puede “pesar” en los votantes de izquierda. El secretario general de CCOO ha pedido a los políticos que la campaña no se centre en buscar culpables, sino en hablar de lo que realmente importa a los ciudadanos. Les pide que no hagan creer a la gente que se equivocaron con su voto, ya que “no fueron ellos los que se equivocaron”.
También le mete presión al Partido Socialista “Ahora lo que cabe ver es con qué programa acuden a la ciudadanía y yo no veo al PSOE acudiendo a las urnas con el programa pactado con C’s. Tendrá que producirse una corrección de rumbo y si se quiere un acuerdo hay que ser generoso y tal vez un cambio de talante ayudaría”.
En ese mismo sentido el secretario general de UGT ha advertido que “Sería un gran error por parte de los trabajadores pensar que las elecciones no van con ellos. Los trabajadores deben ser conscientes de que no es una opción la abstención porque es una de las pocas veces que el voto vale lo mismo para un parado, un empresario o un millonario”.
Desde que Álvarez pasase a ser el secretario general de UGT, después de dos años sin prácticamente hablar de Podemos, las direcciones burocráticas de CCOO y UGT han decidido romper el silencio y parece que le brindan su apoyo mientras le dan un tirón de orejas al PSOE. Esto lo hacen cuando los autodenominados partidos del cambio están siendo más cuestionados que nunca por su rápida y marcada moderación. Entre otras cuestiones por tirar casi todo su programa a la basura con tal de pactar con el Partido Socialista y Ciudadanos, mientras sus socios en las ciudades donde gobiernan dejan de lado todas las promesas remunicipalizadoras en Madrid y Zaragoza u oponerse abiertamente a la huelga de TMB, mientras reprime como nunca a los manteros y ordenar desalojos en Barcelona.
La burocracia sindical ha podido comprobar que el partido que lidera Pablo Iglesias no va a ir contra sus intereses, por eso ahora han empezado a apoyar abiertamente a Podemos.
La confluencia con IU de cara al próximo escenario electoral, quienes cuentan con varios cargos e influencia dentro de CCOO, sin dudas ha sido una cuestión importante para que se de este alineamiento.
Por último, pero no menos importante, el silencio de las nuevas formaciones en todo su recorrido sobre la casta sindical, no cortó los puentes y abono esta confluencia. |