Uno de los casos más resonantes es el de Maxi Botiglieri, empresario de la noche, quien tiene a su cargo la secretaría de seguridad pública, entre cuyas atribuciones se encuentra, justamente, controlar a los locales nocturnos. Su hermano Pedro, también empresario del rubro, ya había sido designado en el área de Concesiones.
Otro caso llamativo es el del área de Catastro, que recayó en manos del martillero Sebastian Sarasibar, propietario de una conocida inmobiliaria local.
Además de la flagrante incompatibilidad entre la función pública y privada de estos individuos, los nombramientos dejan en claro la filosofía de gobierno de López. Un gobierno de y para los empresarios, atendido por sus propios dueños, como una réplica en una escala pequeñísima del gobierno nacional.
Los trabajadores, por su parte, ya sufrieron el aumento de las tasas municipales y se está especulando con un nuevo aumento del precio del boleto de colectivo, actualmente uno de los más caros de la provincia. Para hacer pasar estos ajustes están llenando la ciudad de policías, como informaremos en una nota de próxima aparición. |
