El 4 de abril Diego Carripilón se reincorporó a realizar tareas pasivas tras haberse quebrado una pierna con secuelas en su rodilla, pero se encontró con una resolución que lo dejaba cesante sin causa.
La empresa, conducida por una alianza entre sectores kirchneristas, radicales, socialistas y fregenistas (ex FrePaso), se sirvió de las leyes menemistas para echarlo y pretende contratar a otra persona en el mismo lugar. Carripilón llevaba 7 años con un contrato basura en el convenio colectivo de la UOCRA.
El médico de la Aseguradora de Riesgos de Trabajo no le dio el alta para que vuelva a sus funciones pero determinó que podía realizar otras tareas. La entidad decidió prescindir de sus servicios y desató un conflicto laboral con el Sindicato de Luz y Fuerza de La Pampa de la CTA Autónoma.
Desde el 5 de abril el gremio realizó un paro por tiempo indeterminado de manera progresiva y sorpresiva hasta que la Subsecretaría de Trabajo dictó la conciliación obligatoria y obligó a la CPE a dar marcha atrás mientras duran las negociaciones.
Luego de dos reuniones, la mega empresa de capital cooperativo manifestó voluntad de llegar a un acuerdo y se espera que el lunes firmen la reincorporación del trabajador despedido.
La CPE. La Cooperativa Popular de Electricidad trascendió las fronteras de La Pampa por ser la primera de servicios públicos en conseguir una licencia para la puesta en marcha de un canal de televisión por cable.
Sus dirigentes son fervientes adherentes al kirchnerismo y cuentan con el aval de gran parte del progresismo pampeano. Ex funcionarios de esa empresa llegaron a ocupar cargos legislativos nacionales y provinciales, en el ejecutivo de distintos municipios, de la provincia, por el radicalismo, el FreGen, el Partido Socialista y hasta el justicialismo.
Hace menos de un mes, el presidente Oscar Nocetti, viajó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos con la delegación argentina a defender la ley de medios K. Mientras reclamaba la “proliferación de voces” el canal local que conduce negaba a sus trabajadores la posibilidad de dar a conocer su conflicto.
Llegaron al extremo de publicar una entrevista con el máximo dirigente de la empresa en el que se atacaba la organización gremial de los trabajadores, y al estilo Macri, los trató de “deshonestos” y “ñoquis”. Poco debe haber entendido la teleaudiencia porque nunca les comunicaron que habían despedido sin causa a un empleado accidentado mientras trabajaba para la CPE.
Sin argumentos para sostener el despido, en la reunión conciliatoria adelantaron la voluntad de reincorporar a Carripilón y firmarían el acta acuerdo el lunes 9 de mayo al mediodía en Santa Rosa. |