El odiado Eduardo Cunha (PMDB), expresión de lo más corrupto y reaccionario en esa cueva de ladrones enemigos de los derechos de las mujeres, los negros, los jóvenes y los trabajadores que representa el parlamento brasilero, fue desplazado de su cargo el pasado jueves (5). El juez Teori Zavacki del Supremo Tribunal Federal (STF) dictó una cautelar aprobada por unanimidad en esa corte, que no solo lo alejó de la presidencia de la Cámara de Diputados sino también del parlamento. Cunha que venía defendiendo posiciones reaccionarias tenía que caer, no fueron pocas las protestas que lo exigieron. Sin embargo, la forma en que se hizo da señales sobre los posibles escenarios que pueden abrirse en el país, para los que la juventud y los trabajadores deben prepararse.
Fundamentos para la salida de Cunha
Teori y otros ministros del tribunal aceptaron la tesis del juez golpista Janot que sostenía que Cunha usaba su cargo para obstruir su propio juzgamiento y el avance de las investigaciones de la Operación Lava-Jato. Se trata de un delito grave, “obstrucción a la justicia”. A este delito, según el código penal, le corresponde prisión de uno a tres años. Pero curiosamente, aún con estos fundamentos, el STF no lo envió a la penitenciaría de Papuda. No juzgó las escandalosas pruebas de corrupción que lo involucran. Lo consideró culpable para continuar en el cargo de diputado pero no culpable de delitos. Curiosa situación. A causa de la corrupción y la obstrucción de la justicia Cunha no podría continuar en su cargo de diputado. Sin embargo, no es condenado por esos mismos motivos por los que es suspendido provisoriamente hasta que la Cámara decida su destino. Tampoco la Cámara necesita pronunciarse sobre esos delitos teniendo en cuenta que el STF no lo hizo. Tampoco hay fecha para que lo haga. En condición de condenado no podría estar en la línea sucesoria. Pero puede seguir ganando fortunas como diputado, mantener su departamento costeado por el Estado y todos los privilegios que los nobles jueces, ministros y parlamentarios gozan por su desempeño.
Quién gana con la caída de Cunha
Todos los medios nacionales e internacionales aplaudieron la salida de Cunha. A diferencia de los jóvenes que hace años protestaron contra Cunha por sus posiciones reaccionarias y su golpismo, los motivos de festejo de la prensa son muy diferentes. Se trata de preservar un posible gobierno de Temer de sobresaltos frente a la posibilidad de contar con un vicepresidente “quemado” como Cunha, y por esta vía, despertar el mayor de los horrores: la lucha de clases. Desde el punto de vista de los trabajadores y la juventud y de la lucha contra el golpe y contra la impunidad poco cambia. Hay una larga fila de Cunhas esperando. En cambio para las elites, el terreno del golpe queda más limpio.
Expone un rostro menos imparcial al dejar de afectar solo al PT. Una jugada pro golpe y también favorable a los agresivos ajustes y ataques que Temer viene anunciando. La línea de sucesión presidencial sigue su curso. Ahora que Cunha fue alejado, el vicepresidente de Temer pasa a ser Renan Calheiros
¿Y si el Supremo Tribunal Federal resuelve transformar las numerosas investigaciones judiciales y lo convierte en un nuevo acusado? Según la jurisprudencia penal Renan también debería ser alejado del cargo. En ese caso, el vicepresidente sería... Lewandoski (juez del STF) y a partir de septiembre Carmen Lucia, que siempre vota con el archigolpista Gilmar Mendes.
De árbitro de la política nacional, intentando ubicarse por encima del bien y del mal, interpretando la Constitución según le convenga en función de los movimientos políticos, ahora el STF intenta asumir un poder mayor del que venía desempeñando como árbitro y de respaldo al golpe. Dependiendo exclusivamente de sus decisiones (transformando a Renan en un nuevo acusado o condenando a Temer en el Tribunal Supremo Electoral), asumir plenamente las riendas del país en caso de que lo desee o sea necesario.
Ninguna fracción de la burguesía nacional o internacional apeló a un gobierno provisorio de las togas hasta que las urnas designaran a un nuevo presidente, pero su posibilidad hiperremota pasa a ser ponderada aunque haya resultado improbable hasta el día de hoy. Y se configura como una alternativa en caso de que Temer falle en promover los ataques propuestos. Con tanta campaña mediática, incluso sectores de la izquierda (el PSOL como el PSTU) aplaudiendo al STF por sus decisiones inconstitucionales o incoherentes (como la adoptada con Cunha, quien debería ir a la penitenciaría Papuda), un eventual gobierno del STF tendría algo más de legitimidad popular, incluso sin nunca haber recibido un voto, para desde lo alto, con sus togas, descargar los ataques que Temer no lograra implementar.
¿Hacia un Mani Pulite?
Avanzar en un escenario como este sería concretar un escenario “Mani Pulite”, nombre de la operación italiana que Sérgio Moro y la prensa siempre elogian.
Esta operación hizo estallar a los principales partidos políticos de Italia, con 2500 condenas y solo 4 prisiones. Es decir, varios juzgamientos políticos pero garantía de impunidad. Significaría para Brasil atacar aun más al PT, al PMDB y también al PSDB. Anular mandatos, estallar partidos pero ninguna condena de hecho por corrupción. El juzgamiento de ayer que apartó a Cunha del cargo pero no lo condenó por corrupto ¿no sería un adelanto de esto? Una de las mayores dudas en esta analogía es el destino del PSDB. Pues hasta el momento el poder judicial lo preservó y el único tucano (nombre con el que se conoce a los militantes del PSDB) de sangre azul amenazado es Aécio Neves (ex candidato presidencial), para aplauso de Serra y Alckmin (ambos con ambiciones presidenciales por el mismo partido).
Mano dura contra los trabajadores
“Mani Pulite” o no, lo que toda la elite prepara es mano dura contra los trabajadores. Se suma a los ataques que Dilma ya viene ejecutando, el plan “Puente para el Futuro” que prepara Temer (PMDB), con nuevas exigencias de mayores ataques propuestas por los tucanos para componer su gobierno, y todo un electo destacado de ministros que son la flor y nata del atraso, de la bancada BBB (buey, bala y biblia), del país.
Las centrales sindicales como la CUT, la Unión Nacional de Estudiantes hablan de resistir el golpe, de “paralización nacional” el próximo 10 de mayo pero nada hacen para construirlo desde las bases. En caso de que convoquen a algunas medidas, lo hacen teniendo en la mira las futuras elecciones, para mostrarse como víctimas. A pesar de su parálisis, la juventud se despierta. Ocupa escuelas, sedes, secretarías de Educación como en Río de Janeiro o en San Pablo. Las universidades estaduales paulistas salen a la huelga. La politización de la lucha contra el golpe se combina a la viva voluntad de enfrentar los ataques. Estas luchas necesitan triunfar, ser rodeadas de solidaridad activa, exigiendo a las principales centrales sindicales del país su apoyo activo. La probable consumación del golpe en los próximos días, el fortalecimiento del poder judicial y sus arbitrariedades, no significa que la clase trabajadora y la juventud estén derrotadas. Coordinar las luchas y contribuir a su triunfo es lo que puede plantar una primera barrera contra el avance de los ajustadores y su gobierno golpista.
Desde la resistencia y no desde las togas y los púlpitos parlamentarios, todos corruptos y garantes de la impunidad, será que podremos abrir otro camino y otra salida a esta crisis política y económica. |