La profunda crisis que se vive en Chiloé ha hecho conmocionar al país, las causas que originaron el conflicto y las consecuencias en el futuro han abierto una amplia discusión en donde se levanta un movimiento en solidaridad que agarra fuerza en las calles.
Sobre este fenómeno existen cuatro principales hipótesis que intentan explicarlo respaldada por distintos intereses y acontecimientos.
1- Por un lado, el gobierno y los empresarios pesqueros sostienen que se trataría solo del fenómeno normal del crecimiento de dinoflagelados en particular Alexandrium Catenella, que se vio en aumento al ocurrir en simultáneo con el fenómeno de El Niño. De esta forma la crisis climática se debe a causas por fuera de su control y responsabilidad.
2- Al mismo tiempo, el Colegio de Biólogos Marinos, señalo que "el “Calentamiento Global” está generando un calentamiento y acidificación creciente del Océano. Este Calentamiento Global derivado del efecto invernadero ha producido cambios en la física-química del agua, en la distribución y abundancia de especies marinas, cambios en los ecosistemas oceánicos, que en particular el aumento de temperatura fue producto del fenómeno del niño exacerbado, llamado también niño Godzilla, que como subproducto se generó esta marea roja y varazón de especies marinas en muchas costas del globo.
Es sin duda cierto que el “calentamiento global” es un fenómeno que nos debe hacer entrar en alerta y que tendrá consecuencias devastadoras si no lo detenemos a tiempo, pero esta hipótesis no debe excluir la responsabilidad concreta de las empresas salmoneras en esta crisis ambiental. No olvidemos que Adolfo Velazquez responsable del comunicado es además asesor de una de las consultoras que presta servicio a las salmoneras implicadas.
Estas dos primeras hipótesis son las que más tribuna tienen en los medios. ¿Qué hay detrás de ellas? Se caracterizan por restarle responsabilidad a la industria salmonera en la profundidad del conflicto. Como veremos, la crisis ambiental de Chiloé no fue fortuita, hubo planificación y conocimiento de que una situación así se avecinaría.
3- Se sostienen a partir de las propias denuncias de los pescadores, que no es solo marea roja si no otro contaminante, que llegó al mar por los desechos vertidos al océano por la industria salmonera y/u otras. Esto explicaría la alta mortandad de peces y moluscos, ya que la marea roja en general no causa esta magnitud de muerte de peces y mariscos de forma directa si no como subproducto de la disminución del oxígeno disponible y daño en las branquias. Denuncian que un día encontraron todo muerto, un mar aceitoso y color café que expulso machas, nutrias, aves, todo muerto ¿Qué tipo de marea roja podría ser esta? [1]
4- También hay importantes denuncias como la tesis de Hector Kol asesor acuícola de la Fundación Pumalín que en su investigación sostiene que fue la superproducción del salmón lo que permitió que proliferara la Alexandrium Catenella. Las salmoneras montaron las condiciones necesarias para que esta proliferara desatando el Bloom con consecuencias irreversibles: la muerte de ecosistemas marítimos completos.
Toda una zona que no podrá volver a tener vida marina por la presencia de uno de los dinoflagelados más complejos y peligrosos. Dando cuenta de la relación entre la marea roja y la emisión de contaminantes por parte de las salmoneras principalmente la sobrecarga de nutrientes y materia orgánica en cantidades que superan las capacidades del ambiente para absorber, reciclar o dispersar este ingreso de nutrientes.
La industria salmonera en cinco años aumentó en 15 veces su producción dentro del mar interior de Chiloé, a lo que se suma las alrededor de nueve mil toneladas de salmón muerto vertidas, con sus respectivos antibióticos y químicos. Esta es la denominada eutrofización del sistema.
La presencia de Alexandrium Catenella fue alertada en su impacto el año 2009, en donde SERNAPESCA conocía perfectamente las consecuencias relacionadas con el rol que jugaba la industria salmonera y la proliferación de Alexandrium Catenella [2] , así además dio cuenta la investigación de Alejandro Clement fundador de Plancton Andino -empresa consultora ambiental y asesor del intendente, que se encargó de la información oceanográfica del reporte de SalmonEx [3]. Aun así, prefirieron no hacer nada.
La presencia de Catenella en la zona obligo a aumentar de manera exorbitante la compra de antibióticos para la acuicultura, hasta llegar al punto de que el salmón se vuelve inmune al remedio pero manteniendo la enfermedad, no cualquier cosa, la Alexandrium Catenella libera la denominada toxina de la parálisis con consecuencias muy graves para los seres vivos. Así se dio forma a una industria insustentable registraron toneladas de salmones infectados con llagas y “piojos” que eran tirados al mar como desechos, pero muchos eran también registrados como cosechas ¿Hacia dónde iban a parar? Además, de depredar el medio ambiente en Chiloé, los empresarios nos vendían alimentos infectados.
En 1980, en pleno dictadura se inicia el cultivo moderno en Chile, creándose en 1982 la primera empresa Salmones Antártica S.A y donde ya en 1994 la industria nacional se emplaza en el segundo productor mundial. Este aumento intensivo de la actividad de cultivo de peces en el sur de Chile (concentrado en aquel entonces en la décima región) implicó un esfuerzo descontrolado en la extracción de peces silvestres cuyo destino fue la industria reductora de harina de pescado (base de la alimentación de los peces) iniciándose con ello el colapso del mar nacional, de hecho, se estima que se requieren seis kilos de peces silvestres para producir un kilo de salmón.
La implermentacion de esta mega trasnacional pesquera tuvo un primer impacto en el ecosistema de la zona en 1986, pero con la transición a la democracia los gobiernos de la concertación no hicieron otra cosa que alimentar el surgimiento de esta catástrofe a la par que aumentaba el negocio de la industria pesquera. El rol de la Democracia Cristiana y los partidos de la concertación en el asentamiento de las salmanoneras y su financiamiento con dinero del Estado es notable.
El aumento de la producción desproporcionada y la situación de la economía internacional internacional obligaron al gobierno a recurrir a un conocido método para salvar la anárquica producción capitalista; el año 2010 antes de terminar su gobierno Michelle Bachelet aprueba un salvataje de 450 millones de dólares en un crédito bancario para las empresas salmoneras con el objetivo de mantener su “competitividad”, mientras devastaban la zona, aumentaban su costo de producción y precarizaban las condiciones de trabajo. [4]
Actualmente, la industria salmonera está altamente concentrada, las principales empresas son; AquaChile S.A que se fusionará con Marine Harvest S.A, transformándose en el mayor productor salmonero en Chile con lo cual poseerán el 26% de las concesiones marinas y el 21% de la producción nacional. Donde, si adicionamos la producción de las empresas Mitsubishi, Multiexport y Los Fiordos la producción llega al 50% del total nacional. De la pesca local el 50 % de los peces extraídos en la zona son utilizados para la confección de Harina de pescado que es utilizada como el principal alimento para el salmón que luego es exportado, un doble impacto sobre el ecosistema. Chile es el país que mas produce productos marinos como el pescados pero contradictoria mente es la población que menos se alimenta de estos.
Las hipótesis sobre las causas de la crisis social y ambiental en Chiloé, pueden parecer múltiples pero lo que es claro es que estamos viviendo las consecuencias de años de impunidad empresarial en la zona, las consecuencias de la privatización del mar realizada por los gobierno de la concertación y cimentada en dictadura, estamos viviendo las consecuencias de una ley de pesca que encubre y protege a los empresarios. Una ley hecha a su medida, en donde les es más fácil pagar una multa mínima que revelar los informes sanitarios del estado de las salmoneras. Las consecuencias se agravan con los fenómenos climáticos que el capitalimo a nivel mundial refuerza y profundiza.
La enorme e irreversible crisis ambiental que hoy se vive en Chiloé es producto de un sistema económico que se basa en la sed de ganancia de un puñado de empresarios que a costa de aumentar sus niveles de vida son capaces de destruirlo todo. La crisis climática no es un fenómeno local, los capitalistas son los culpables. Es de suma urgencia una respuesta a la altura de la profunda crisis que muestra su forma más aguda.
El problema de subsistencia y la planificación del Estado
La devastación del mar interior de Chiloé y la muerte del ecosistema marino de la zona es una cuestión irreversible. Ya que tanto el impacto de las salmoneras, como el calentamiento global y lo específicamente biológico, el principal componente de esta marea roja, Alexandrium Catenella, tiene una forma inactiva resistente, que queda como una marea roja latente, lista para activarse en caso de que estén las condiciones del medio. Esto ha abierto un amplio debate sobre qué tipo de producción necesitamos.
Hoy se presentan diversas salidas al conflicto:
1- Los empresarios y el gobierno por una parte proponen apaliar sus efectos para tapar las consecuencias estructurales que esto trae. Bachelet ofrece un bono de 700 mil pesos , dejando intacto el funcionamiento de la industria salmonera y administrando el negocio privatizado del mar que depreda la zona. Esta es la respuesta de los capitalistas nacionales y trasnacionales en el País.
2- Sectores progresistas y de la izquierda plantean que esta crisis pone en cuestión el modelo “extractivo” neoliberal de la industria en nuestro país. Planteando entonces volver a un estado desarrollista pero que sea sustentable, es decir que no sea depredador si no social. Esta es la respuesta de un sector de la izquierda que busca reformar el Estado capitalista, supone que podría existir un modo de capitalismo más humanitario y no depredador. El error de esta salida es que no cuestiona la propiedad y el modo de producción capitalista, que es el motor de las crisis climática a escala planetaria que se ve intensificado con el rol de los capitalistas a nivel local. Es una ilusión que dentro de los marcos del capitalismo y su Estado se le pueda dar una solución a la crisis climática sin tocar la propiedad capitalista. Estos intereses, tenderian a chocar.
3- Sectores de la izquierda denominada “revolucionaria” plantean correctamente que el problema de fondo es el sistema capitalista, en eso coincidimos plenamente, para terminar con la crisis ambiental que atraviesa el planeta tenemos que prepararnos para derribar el sistema que lo motoriza de manera catastrófica: el sistema capitalista. [5] Pero hace falta en estas posiciones una propuesta hacia el conflicto mismo y su importancia en el escenario general de la lucha de clases en Chile ¿Cómo puede triunfar la lucha en Chiloe? ¿Podemos apostar a modificar la correlación de fuerzas en la situación nacional y prepararnos para un salto a nivel de la lucha de clases en Chile justamente para derribar el capitalismo? Preguntas que deberíamos intentar de responder proponiendo alguna política que ayude a que los trabajadores y el pueblo pobre pueda resolver el conflicto, no los empresarios. La disyuntiva se abre, la producción o la manejan los trabajadores para soluciona la catástrofe climática y social o la siguen controlando los capitalistas.
En este sentido hace falta una política que busque ligar la experiencia inmediata del movimiento de masas con el objetivo estratégico: terminar con el capitalismo. Una respuesta transicional [6] que busque desencadenar una lucha revolucionaria en nuestro país que parta por entregar una solución concreta al conflicto que se vive en Chiloé como punto de apoyo para la lucha contra el capitalismo “global”. Una solución que la puedan tomar los trabajadores y el pueblo en sus manos, no una solución brindada por los empresarios y sus partidos. Omitir una política transicional frente a este tema es dejarle la “solución” actual a los reformistas y/o burgueses sobre la crisis medio ambiental y dejar la lucha anticapitalista como una proclama de propaganda para la izquierda.
Solo los trabajadores pueden dar una salida al conflicto:
Expropiación y control obrero de toda la industria pesquera nacional para impulsar un plan medio ambiental al servicio de los trabajadores y el pueblo pobre.
En el Chile neoliberal demostrar que las soluciones no vienen de la burguesía que causo las crisis si no de los trabajadores que generan riqueza debe ser el principal desafío para la izquierda, ¿La clase obrera y los sectores populares pueden darle una solución al problema medio ambiental y social en Chiloe?
En manos de los capitalistas la industria pesquera demuestra su agonía y depredación. Se vuelve una tarea central la lucha por la expropiación y estatización de las salmoneras, ya que sus dueños los empresarios han dejado demostrado que se han enriquecido a costa de la destrucción ambiental y del trabajo precario.
Es necesario que sean los trabajadores y el pueblo quienes decidan qué hacer con las salmoneras es decir ponerlas bajo el control de los trabajadores y el pueblo, en función del interés común de vivir en un medio ambiente libre de contaminación, donde para sostener empleos de calidad no es necesaria una producción intensiva y destructiva, donde se produzca en función de los intereses comunes del pueblo trabajador, esto dentro de un plan de recuperación de los ecosistemas afectados.
La izquierda debe luchar para que sea la clase obrera la que controle la producción y junto a estudiantes y pobladores impulsar un plan medio ambiental que este al servicio de nuestras necesidades, hay que transformar las universidades de forma estable y sistemática para fortalecer la investigación sobre los fenómenos ambientales más críticos, con una voz independiente de los empresarios y el gobierno. Hoy el problema de las múltiples hipótesis que originan la catástrofe, no es solo por la complejidad del problema, es que gran parte de las universidades y centros de investigación dependen de los aportes de los mismos empresarios, así como los principales medios de prensa.
Hay que fortalecer la lucha en Chiloé: es necesaria una asamblea obrera y popular, una alianza de clase para enfrentar al gobierno y los empresarios
El camino lo han mostrado la propia movilización del pueblo trabajador en Chiloé, con un sistema de barricadas tienen tomada la ciudad impidiendo que pasen las fuerzas especiales de carabineros, a lo que se suma las movilizaciones en Puerto Montt y muestras de solidaridad en distintas ciudades, como Santiago y Valparaíso, es fundamental extender y fortalecer las movilizaciones, buscar la unidad efectiva en asambleas de trabajadores y los diversos sectores populares golpeados por la catástrofe, para que sea desde instancias de base donde se decida cómo fortalecer las lucha y unificar las demandas, es necesario que tanto la CUT como la Confech, llamen a movilizaciones en solidaridad para extender el conflicto a nivel nacional.
El conflicto en Chiloé demuestra que el ciclo de la lucha de clases en Chile abierto el 2011 no está cerrado, se transformó en una revuelta que pone en jaque uno de los nichos de ganancia neoliberal de los últimos 20 años. Tal como sucedió en la educación, la industria salmonera enriqueció a un puñado de capitalistas mientras precarizó la vida de miles de trabajadores y pobres.
El triunfo de sus demandas es en este sentido muy importante, ya que prepara las bases y una lección política: con los métodos de la lucha de clases podemos triunfar ¿La izquierda puede apostar a que una alianza entre la clase obrera, los pescadores artesanales, pobladores y estudiantes pueda triunfar y pueda mostrar que en sus manos esta la solución a la crisis social y ambiental que atraviesa la zona? A eso hay que jugársela, para esto debemos proponer una política para desarrollar y fortalecer el conflicto además de impulsar una amplia campaña de solidaridad.
El gobierno busca dividir, el peso y la tensión pasara a estar en las dirigencias del conflicto como ha sucedido en todos los conflictos obreros y populares en los últimos años: Atacáma, profesores, Aysén, por nombrar algunos. Desarrollar un organismo de autorganización para unir la acción del movimiento de masas y las decisiones sobre el conflicto es una cuestión vital. Desde acá podemos levantar una respuesta de clase independiente ante la crisis medio ambiental, una alternativa que cuestione la propiedad capitalista dándole una salida de fondo al problema.
La lección que se saque de esta lucha no será menor, hay que apuntar a cambiar la relación de fuerzas a nivel del régimen político ¿Qué sucedería si comienza a instalarse la idea de expropiación y control productivos de parte de los trabajadores y sectores populares a partir de la crisis en Chiloé? No solo se cuestiona la avaricia de los capitalistas de las salmoneras simplemente, si no que prepara una mejor base para la caída revolucionaria de todo el régimen heredado de la dictadura que permite catástrofes ambientales y sociales como esta. Si creemos que el capitalismo es el responsable entonces tenemos que prepararnos para la revolución.
Frente a la crisis climática mundial y la barbarie capitalista nuestra lucha es por la revolución obrera y socialista en todo el planeta.
La crisis climática que vivimos en Chile es parte de un proceso profundo de crisis climática mundial. El nivel de voracidad del sistema capitalista en donde se producen toneladas de comida al año pero que sin embargo el hambre aumenta en vastas zonas de la población, es reflejo de como la anarquía productiva del capitalismo es un arma de doble filo. Pero debemos estar alertas, la despreocupación por la crisis climática nos puede llevar a una situación que al igual que en Chiloé, no podamos volver a atrás pero a escala planetaria.
La crisis del agua, la perdida de glaciales, el aumento de expulsión de gas metano en los polos terrestres sumado a la progresiva deforestación amenazan con aumentar la temperatura mundial a puntos que podrían poner en riesgo la vida en la tierra. No es un tema menor, la lucha por la revolución obrera y socialista contra la barbarie capitalista es cada vez más urgente por cuestiones como estas, si no impulsamos un plan medio ambiental al servicio de los trabajadores y el pueblo pobre la devastación climática seguirá avanzando, un plan que detenga y planifique lo que es hoy una producción descontrolada a escala mundial que nos puede llevar a desastres de magnitudes históricas. Los revolucionarios debemos abrir esta discusión y proponer una salida a este urgente tema.