La charla-debate se realizó en el Aula 1 de Casa Verde de la Facultad de Filosofía y Humanidades. El escritor y docente cordobés David Voloj fue quien abrió la reflexión planteando la necesidad de poner en discusión qué rol juega la literatura para poner en tensión los estereotipos de género y la violencia hacia las mujeres cuando en Córdoba tuvieron lugar 4 femicidios en 10 días.
Dió inicio a la charla Laura Vilches, Profesora en Letras Modernas y actual legisladora del PTS en el Frente de Izquierda, quien sostuvo que, cuando aún el feminismo no se había puesto de moda al punto de llegar a Hollywood o a la ONU, la escritora María Teresa Andruetto, junto a otras de su generación, fue pionera en discutir a través de sus obras los estereotipos de género.
El recorrido por las obras de autores como la propia Andruetto o más jóvenes como Pablo Ramos, Sergio Olguín, Selva Almada, Eugenia Almeida o Gabriela Cabezón Cámara entre otros, estuvo atravesado por la relación entre las nuevas generaciones de escritores que de algún modo se vieron influenciados por el movimiento de “reclusión” en la academia que escenificó el movimiento feminista en las décadas del 80 y 90, proceso que progresó a la par que avanzaba el empeoramiento en las condiciones de vida de las masas femeninas con la precarización laboral, las redes de trata, las muertes por abortos.
El “feminismo académico” que surgió tras la derrota del último ascenso revolucionario en la Argentina de los 70 se limitó a cuestionar el mandato que pesaba sobre las mujeres abandonando el cuestionamiento de la sociedad capitalista en su conjunto y la lucha por su transformación radical. Sin embargo, como señaló Vilches, eso no restringe los fructíferos aportes que hizo al cuestionamiento de la cultura, tal como se observa en las obras de los escritores de la postdictadura, muchos de ellos transitando espacios académicos en su formación.
Vilches marcó que la pelea de las mujeres, en distintos momentos de la historia, por el acceso a la palabra, como bien lo ilustra la colección de Narradoras argentinas que dirige María Teresa Andruetto, también se expresaba en la lucha por los sentidos que se construyen desde la literatura. Donde también fueron las mujeres las pioneras en la construcción de personajes con voz propia, atravesados por los mandatos impuestos por una sociedad patriarcal.
María Teresa Andruetto, por su parte, partió de considerar que toda literatura es política y que la escritura está marcada por las posiciones y prejuicios que tienen las personas que escriben. Personas que, a su vez, toman posiciones o participan socialmente. Andruetto retomó un debate entre la ligazón entre la Literatura y el Arte donde muchos y muchas escritoras no terminan de posicionar a la primera en el lugar del arte. La escritora también manifestó su perspectiva de la necesidad de no ser autoritaria con sus personajes en sus escritos y cómo esto le permite poner en cuestión sus preconceptos.
Andruetto, en similar dirección a la reflexión abierta por Eduardo Grüner ante la presentación del libro sobre el encuentro entre Trotsky y Bretón, sostuvo la necesidad de que el arte tenga sus propias reglas, transite las contradicciones y no busque la homogeneidad ni lo “políticamente correcto”, porque el arte en sí mismo debe ser una resistencia a lo homogéneo.
La escritora, a su vez, sostuvo la necesidad de no banalizar una lucha y que las palabras no sean convertidas en letra muerta como pasó con el #NiUnaMenos en manos de gobernantes. “Toda la opresión a las mujeres se enclava en una opresión mayor que es la de un sector social por otro, una clase social por otra” sostuvo mientras desarrollaba ejemplos de sus propios cuentos, así como de diferentes escritoras para cuestionar y cuestionarse los propios conceptos y prejuicios existentes. Es en la escritura donde, para la panelista, existe un lugar de cuestionamiento social ya que, como sostuvo Nestor Perlongher, “lo escrito es el desvío de la norma”.
Finalmente, Andruetto sostuvo la necesidad de volver, como sostiene Walter Benjamin al referirse a la pintura el Angelus Novus de Paul Klee, el rostro hacia el pasado para pensar la construcción de la tradición de las propias escritoras, porque ello también es un gesto político. Objetar en los cuentos los estereotipos de género pero citar o leerse siempre en una tradición donde predominan los escritores varones, plantea una contradicción en quien escribe.
Mirando hacia una genealogía de la literatura desarrolló las problemáticas de género en las escritoras de diferentes momentos del siglo XX. Señaló que en un principio, las escritoras fueron mujeres burguesas, hijas, mujeres o familiares de algún personaje reconocido luego, al conquistar determinados derechos, surgen otras problemáticas sin embargo, las condiciones de clase de las escritoras aparecen, en algún sentido, en la propia escritura.
Al final de la charla, estudiantes y jóvenes presentes preguntaron a las exponentes sobre debates desde teóricos hasta los géneros literarios elegidos por María Teresa. Bajo un caudal de aplausos finalizó una charla que fue también un aporte para continuar debatiendo sobre la literatura y el arte, pensando y cuestionando tanto los estereotipos de género, los prejuicios hasta el sistema de dominación social existente, uno de los desafíos que dejó planteado al cierre de su intervención Laura Vilches, sosteniendo que las mujeres, tras siglos de opresión y barbarie no sólo deben pelear por sus derechos materiales como el aborto legal, contra la precarización o los femicidios, por una vida sin violencia, sino por el derecho de todas al goce y disfrute del arte y la cultura, también ellas como creadoras. |