Foto: AS Bahiense
Veinte días de la desaparición de Micaela en la ciudad y el “¡que devuelvan a Mica!” es el grito desesperado de toda la familia y la comunidad, que marchó nuevamente por las calles de Bahía Blanca.
Crecen los interrogantes y, con el paso del tiempo, se reabre la hipótesis de las redes de trata. Lo dijo Petersen, la abogada de la familia, el día martes en Panorama LU2: “Puede estar captada por una red de trata de personas, puede estar con un adulto o puede estar sin vida”.
Operaciones mediáticas
Vale recordar que en los primeros días de su desaparición se montó una operación mediática comandada por La Nueva, el diario local, planteando que la nena se habría “ido” por sus propios medios, dejando incluso una carta de despedida. La propia madre sostuvo que la carta probablemente haya sido falsificada por un mayor.
A partir de ese momento se abrió una línea discursiva reaccionaria sobre las redes sociales que Micaela mantenía activas: más de una cuenta en Facebook a su nombre, más de 600 “amigos” adultos o que no conocía. El diario local, mientras entrevistaba a los familiares, “daba letra” para responsabilizar a la propia chica de su desaparición, a la vez que mostraba fotos de los rastrillajes policiales y toda la pantomima de fiscalía.
En sintonía con su ideología histórica, el principal medio local se encargó de montar una campaña “ciega, sorda y muda”, en la que Micaela debía “volver”, cuando a cada paso todas las señales mostraban redes de adultos desconocidos, vale decir que la primera hipótesis debía ser la captura o retención por un adulto o para una red de tratas.
Las dilaciones en la justicia que denuncian los familiares tuvieron que ver con que la “pista” a seguir siempre fue que la desaparición fue "voluntaria”. Los videos de las cientos de cámaras de vigilancia a cielo abierto en la ciudad mostraron, a 15 días de estar desaparecida, que la niña se iba caminando con un adulto. Mónica Cid, su mamá, sostuvo “No me quedan dudas de que va con un desconocido. Ella siempre va 2 pasos detrás y no charlan” (La Nueva 10/5).
En una ciudad llena de cámaras de vigilancia desaparecen nenas como Micaela en el barrio Noroeste y mueren jóvenes como Ángel en Ingeniero White. Es claro el objetivo que tienen las filmaciones de esas cámaras: así como en una fábrica o supermercado los videos de seguridad privada nunca servirán para mostrar abusos de poder del patrón frente al obrero; en la ciudad los medios masivos de comunicación como La Nueva y La Brújula muestran diariamente accidentes, asaltos, peleas y entreveros callejeros; pero cuando una miserable cámara sirve para revelar algo tan cruento como la desaparición de una joven, se tardan 15 días en poder ver las imágenes. Ese es el sentido de la denuncia de los familiares y amigos de Mica sobre la tardanza de la justicia.“No me dieron explicación porqué tras 14 días se les ocurrió empezar a analizar las cámaras,” dijo Mónica Cid a Radio Urbana.
Operaciones políticas
A la par del discurso de la prensa local en torno a las “responsabilidades” de Mica, no faltó la manipulación por parte del Secretario de Seguridad Municipal del PRO, el radical Álvarez Porte. En una miserable frase salió a decir que por los rastrillajes y la utilización de todos los “recursos” para buscar a Micaela, hacen falta más policías porque está aumentando el delito.
Es decir, no bastaba con inundar de cámaras como en un Gran Hermano a cielo abierto y poner junto a la Policía Bonaerense a los “pitufos” locales, sino que ahora habría que reforzarla con más integrantes debido al “aumento de delito” tras la “ardua” inversión en material humano para encontrar a Micaela.
Pero Mica sigue desaparecida... Es que por más intento de legitimación que traten de hacer sobre el aparato policial, bien sabido es que sin la complicidad de esta institución no funcionarían las redes de narcotráfico, trata, desarmaderos, etc. Vale decir: el discurso de seguridad de Vidal, Gay y Álvarez Porte cae por sí mismo. A esta altura, el secretario ya debería haber presentado su renuncia.
Una campaña necesaria
Esta desaparición puede generar una grieta en el macrismo vernáculo. Las movilizaciones las nutren sectores de un barrio tradicional de la clase media baja, el Noroeste, ligados a la comunidad salesiana del colegio Marina Coppa, donde estudia Mica. Parte de este sector social, como se expresó en toda la Provincia, fue quien votó contra un nefasto personaje ligado a los narcos, a la corrupción y enfrentado a la Iglesia como Aníbal Fernández.
En un sentido, esta desaparición sería una crisis del oficialismo amarillo, en el único sector popular que podría haberlos votado genuinamente por “el cambio” que demagógicamente propuso Macri-Vidal, contra los narcos, el poder entre las sombras, entrelazado con el discurso de mayor “seguridad”.
El único interés real del PRO en abrir diálogo con la familia, teniendo que pedirle a Vidal que realice una llamada a Mónica, está en contener una grave situación en la que se puede vislumbrar como hipótesis fuerte que el poder de las redes de trata sigue más que vigente, con la complicidad de la Policía, la Justicia y el silencio de los funcionarios para que esas redes actúen en la impunidad.
El camino para encontrar a todas las mujeres desaparecidas es conformar organismos que investiguen de manera independiente de las instituciones del Estado, integrados por víctimas de desapariciones forzadas, familiares, organizaciones de mujeres y de derechos humanos. Mientras se denuncia y exige el desmantelamiento de las redes de trata.
La familia junto con la abogada ya han planteado las posibilidades de captura y hasta del peor desenlace, que podría ser la muerte. Han convocado junto al grupo de patinadoras del club Danubio, la comunidad salesiana, amigos, vecinos y familiares consecutivas marchas, sosteniendo la consigna de “Mica, te estamos buscando” como bandera.
Son centenares los que participan en cada una de las movilizaciones y comparten los deseos más profundos de todos los allegados y seres queridos de que “Mica vuelva”; junto a organizaciones de mujeres como Pan y Rosas y sectores de la izquierda, que participan respetando los planteos y exigencias de la familia a la justicia, el poder político y policial.
Es necesario levantar la consigna de Aparición Inmediata Con Vida. Y que las organizaciones de trabajadores, de mujeres, sociales, políticas, de derechos humanos y estudiantiles, la tomen en sus manos.
En un estado “democrático” debería ser deber fundamental del gobierno garantizar la vida en su más amplio y llano sentido de estar, por más obvio que parezca, presente. Es por ello que el Estado y el gobierno son responsables, en principio, de que aparezca Mica sana y salva. |