El jueves pasado, la Cámara de Diputados de Santa Fe realizó la votación de una nueva entrega de la provincia. A partir de la afirmación del proyecto que implica alrededor de mil millones de dólares comienza un ciclo de endeudamiento. Se abrió el debate sobre la polémica votación y las claves para entender las consecuencias son:
. El endeudamiento de mil millones de dólares se hará efectivo mediante el mecanismo de emisión de bonos a una tasa de interés del 7% con plazo máximo de pago en 12 años. Con esa tasa de interés la provincia va a terminar saldando esta deuda habiendo pagado dos mil millones de dólares.
· La provincia recibió este año en concepto de coparticipación por el juicio ganado al Estado nacional la suma de 5726 millones de pesos. A esto se suma una partida de 3319 millones, también nacional, para infraestructura. Estos montos no estaban contemplados en el presupuesto por lo que la necesidad de endeudamiento esgrimida por el socialismo está floja de papeles.
· Para la colocación de estos bonos el gobernador Lifschitz contrató mediante decreto a dos calificadoras de riesgo (Fisch Raitings y Moody´s Service) por 3 millones 500 mil pesos, que se suman a otros 9 millones de pesos para dos estudios jurídicos extranjeros. Ambos decretos firmados el 8 de marzo, aún no fueron publicados en el boletín oficial ni están disponibles en la página web del gobierno.
· Los bonos se emiten bajo la legislación de Nueva York repitiendo la misma operatoria realizada por el kirchnerismo para negociar el canje de la deuda. Por estas horas los financistas y la justicia neoyorquina debe estar diciendo “el que avisa no traiciona”.
· Según el gobierno, el crédito es para infraestructura y obra pública pero observando el detalle se estipula una partida de finalización de obra para el Hospital de Reconquista que ya fue inaugurado en más de una ocasión.
· La deuda tomada en dólares implica un riesgo latente en una economía signada por la inflación y las recurrentes devaluaciones lo que producirá en un aumento de la deuda nominal.
· Se descarta la posibilidad de que en senadores el proyecto no vaya a ser aprobado porque son esos legisladores quienes acordaron con el ejecutivo algunas obras para sus departamentos. Van a obtener fácilmente la positiva del Senado.
· La votación generó crisis al interior del recientemente “unificado” Partido Justicialista. Cinco de sus legisladores votaron en contra, mientras que el ex Jefe de la bancada Luís Rubeo y Olga Cotteluzzi votaron a favor. Otros dos se abstuvieron y hubo una ausencia. Al igual que sus pares nacionales el bloque del peronismo demuestra no tener capacidad de respuesta en votaciones que hacen a la dependencia o no del capital extranjero.
· También el bloque del Frente Progresista mostró divisiones, aunque más previsibles, como la del diputado Rubén Giustiniani y Silvia Augsburger que se abstuvieron.
· Quienes votaron contra esta entrega fueron Carlos Del Frade (FSP), Mercedes Meier (FSP), Héctor Cavallero (FJV), Roberto Mirabella (FJV), Silvia Simoncini (FJV), Patricia Chialvo (FJV) y Germán Bacarella (FJV). |