Como cada año, la entrega de los premios Martín Fierro generó revuelo en varios planos. La cobertura mediática puso el ojo en los discursos más polémicos, el detrás de cámara y lo que constituye un clásico, el análisis sobre lo que sucedió sobre la alfombra roja. El "show" después del "show" de este tradicional premio a los famosos, supo siempre ir al son de los tiempos políticos y sociales del país. Este año, el son del "cambio PRO", también le llegó a la entrega del "Oscar" de cabotaje, que premia el éxito de nuestros famosos nacionales de la pantalla chica. Este año la radio quedó afuera y tendrá su propia ceremonia.
Los premios Martín Fierro son entregados por APTRA desde 1959, la Asociación de Periodistas de la Televisión y la Radiofonía Argentinas. Desde diciembre de 2015 la asociación es presidida por Luis Ventura. "Mi intención es integrar a todo el padrón", sostuvo entonces el empresario chimentero, al imponerse en la elección sobre los demás aspirantes a la conducción de APTRA. "Para cuando termine mi gestión, tener incorporados al menos 48 socios más. Quiero darle actividad a la casa, jerarquizar la entrega de los premios y convertirla en un show televisivo que nos permita un ingreso superior ". Todo dicho. En definitiva se trata de una mera cuestión de ingresos.
Por tercer año consecutivo y undécima vez en la historia, Canal 13 realizó la transmisión con un pico de 23.8 puntos de rating, 7 décimas más que el año pasado. La noche cerró redonda con la premiación de Jorge Lanata y su programa Periodismo Para Todos (PPT), uno de los puntales junto a Clarín de la oposición mediática y política de derecha contra el kirchnerismo.
Si bien lo de Lanata y las repercusiones de su discurso a nivel político fueron de lo más destacado por su dedicatoria a CFK, Magnetto y los abucheos; otros aspectos de la noche de gala del domingo en el Hotel Hilton, más que nunca tiñeron el "debate en cadena" que se dio todo el día lunes en los principales canales de TV. La trivialidad tuvo una vuelta de tuerca noventista. Las largas discusiones entre panelistas de todos los canales y hasta incluso en los noticieros, giraron en torno a cuestiones más que secundarias. Se "debatió" qué tenían puesto José Ottavis y su pareja Vicky Xipolitakis, si Jimena Barón llegó sin Daniel Osvaldo o que Lali Espósito se reencontró con su ex, Mariano Martínez. Los looks desplegados sobre la alfombra roja desataron "debates" más extendidos y encendidos, que si el premio a la mejor ficción lo merecía la producción de Canal 13 "Esperanza Mía" o la de la Tv Pública basada en un libro de Roberto Arlt, "Los siete locos y los Lanzallamas".
La fiesta de la burbuja mediática parece haber sido más burbuja que nunca este año. Sin embargo la realidad forzó por colarse en medio del "glamour" y el desfile obsceno de despilfarro de ricos y famosos, en la Argentina del ajuste. Algunas menciones de premiados a los despidos de trabajadores en los medios y la lucha de Tiempo Argentino, cortaron un poco con tanta dulzura. Y si algún televidente distraído busca un show que ponga en el centro la producción televisiva, periodística y artística, mejor apagar la tele.
La imagen del exdiputado del FpV José Ottavis junto a la mediática Vicky Xipolitakis parece ser el máximo símbolo del fracaso de la llamada "batalla cultural" del kirchnerismo. El relato hasta en boca de los "Brancatellis" parece sucumbir ante el mandato "meritocrático" del cual los Martin Fierro son la máxima expresión, volviendo ahora a la carga con bríos de globos amarillos.
Esfuerzo individual y seres tocados por la varita de un dudoso talento son la clave de un festejo al que millones lo miran por TV. |