www.laizquierdadiario.com / Ver online / Para suscribirte por correo hace click acá
La Izquierda Diario
14 de octubre de 2014 Twitter Faceboock

Tribuna Abierta
¿A dónde va la Unión Europea? (Parte I)
Luis Osorio | Tribuna abierta

A principios de este año se instaló una especie de euforia en los órganos dirigentes de la Unión Europea y en distintos Gobiernos Nacionales.

Link: https://www.laizquierdadiario.com/A-donde-va-la-Union-Europea-Parte-I

Segunda parte:
¿A dónde va la Unión Europea? (Parte II)

A principios de este año se instaló una especie de euforia en los órganos dirigentes de la Unión Europea y en distintos Gobiernos Nacionales. La economía de la zona había crecido tímidamente, en el último trimestre de 2013 y en el primero de 2014. Evidentemente esto era una especie de aguja en un pajar si lo comparamos con los desastres que ha padecido la economía europea durante esta larga depresión. Una recuperación raquítica después de la primavera de 2009, una segunda recaída en la recesión a finales de 2010 y ahora… la montaña ha parido un ratón. Pero para la clase dirigente europea era algo así como un elefante. Es lo mismo que cuando un dedo apunta a la luna, te olvidas de la luna y te centras en el dedo.

Pero el empirismo de estos “grandes gurús” ha durado poco. Primero fueron los resultados de las elecciones europeas. Tanto con el crecimiento de fuerzas que podrían ser vistas por la población como fuerzas de izquierda, como el caso español de PODEMOS, o bien el crecimiento de fuerzas xenófobas o ultraderechistas, como el caso del Frente Nacional en Francia, la UKIP en Gran Bretaña, o fuerzas euroescépticas como la Alternativa por Alemania, así como otros partidos en Austria, Dinamarca, Finlandia, etc., son en última instancia, diferentes manifestaciones de los destrozos que provoca la crisis económica en distintos sectores de la población. Además estos resultados dieron pie inmediatamente a un debate sobre la Política de Austeridad y recortes, impuesta por Alemania desde la primavera de 2009. ¿Era la culpable de todos nuestros males? ¿Había que suavizarla? ¿Era necesario poner en práctica un plan de crecimiento que se base en el fomento de la inversión y el empleo? Todo esto provoco polémicas en distintos países, las más importantes en Francia e Italia, y realmente en los ámbitos social liberales frente a las fuerzas más conservadoras. Pero esas polémicas han tenido poco recorrido.

Hollande, el primer ministro socialista francés, ha vuelto al redil -si es que alguna vez estuvo fuera de el- y se ha alineado claramente con Alemania y su política de austeridad, bautizada eufemísticamente de “reformas estructurales”, aunque eso le ha costado una crisis de su gobierno y una importante división en el seno de su partido el PSF, con cerca de 33 parlamentarios absteniéndose. España, Portugal y Grecia -es decir sus gobiernos, todos conservadores- apenas si tuvieron alguna duda. Ahí está la famosa frase del Primer Ministro español, Mariano Rajoy: “Ojalá el Gobierno alemán tenga un plan y sepa a donde va”. Hasta el momento presente el más díscolo continúa siendo Mateo Renzi, el primer ministro italiano. Mejoró sus resultados en las elecciones europeas del 25 de mayo, después de recorrer el país de arriba abajo, prometiendo acabar con la austeridad, pero ahora está sumido en la parálisis y criticado por todos, por la derecha y por la izquierda. Lo más probable es que o se va a casa, o tendrá que claudicar como hicieron antes Zapatero y cía. ante el omnímodo poder del imperialismo alemán.

Pero cuando este debate parecía encauzado, obviamente con el triunfo de las tesis de la Sra. Merkel, salieron a la luz, el pasado agosto, los resultados del crecimiento económico del Segundo Trimestre de 2014. Alemania decrecía, Italia volvía a la recesión y Francia se estancaba en un cero %. Pero eso sí, España, uno de los capitalismos más débiles de la eurozona, crecía un 0,6%, un vulgar espejismo que durara poco, pero que le sigue permitiendo al gobierno español, vender motos usadas… hasta en sus viajes a China.

Pues bien, ahora el discurso dominante, unos meses después de aquel eufórico principio de año, es que “Europa se enfrenta a su tercera recaída”, es decir su tercera recesión, dentro de esta larga depresión; que la deflación afecta a cada paso más a las economías del sur, pero no solo, que la enfermedad japonesa, es decir una larga caída en la deflación es inevitable.

Mario Draghi y el BCE ya movió ficha en junio, reduciendo los tipos de interés, pero ha vuelto a la carga en septiembre planteando un nuevo “quantitaive easing” para Europa, así como todo tipo de inyecciones de liquidez a los bancos para que “estimulen el crédito”. Al mismo tiempo, Draghi advirtió que el solo no puede, que es necesario que los distintos poderes actúen, que además de la política monetaria es necesario poner en práctica un plan de estímulos fiscales y eso sí, la continuidad de las “reformas estructurales”. Draghi es consciente que cuando se trata de relanzar la economía, de favorecer la inversión, la política monetaria se comporta como “si estuviésemos empujando una cuerda”, por utilizar la frase de Keynes de los años ‘30. Ha puesto en marcha los programa TLTRO, ABC y se apresta a comprar cedulas hipotecarias y posiblemente deuda pública en los mercados secundarios el próximo mes de octubre, pero siempre en medio de grandes reticencias de Alemania, parece ser que también apoyada por Francia. Draghi quería que ellos avalasen estas compras y según las ultimas noticias se han negado.

El Plan de estímulos que contemplaba 300.000 millones en nuevas inversiones, privadas y públicas para los tres próximos años, también llamado Plan Juncker -el nuevo Presidente de la Comisión Europea-, y que sirvió para justificar el acuerdo entre los conservadores y los social liberales en el Parlamento Europeo, también está en el alero y quedó en la ambigüedad como se iba a financiar dicho plan. Ahora está claro que Alemania se opone a que ese plan se financie con nueva deuda. Entonces ¿qué va a pasar? Si se aumenta la inversión será a costa de reducir de otras partidas presumiblemente de gasto social, sobre todo si se confirma una situación de estancamiento o crecimiento raquítico para los próximos años en la Eurozona. De hecho fruto de esta situación de parálisis de los nuevos estímulos, se ha suprimido la llamada cumbre por el crecimiento y el empleo, etc., que se iba a celebrar el próximo mes de octubre.

Así pues la política monetaria se convertirá en dar nuevos balones de oxigeno a los bancos para que no estallen, y significará en todo caso un mantenimiento del crecimiento que se observa en la economía financiera, las bolsas y los mercados de bonos. Pero la economía real, seguirá estancada. Draghi no conseguirá estimular significativamente el crédito. Como Marx explicaba, la demanda de crédito es un reflejo de la situación en que se encuentra en un momento dado, la demanda de inversión. En otras palabras, no es que la economía no crezca porque no haya crédito disponible. Es al revés. No crece la demanda de crédito porque no hay decisiones de nueva inversión, particularmente en el sector productivo de la economía, debido a la crisis de rentabilidad, a la bajada de la tasa de ganancia. Esto es particularmente cierto para las grandes empresas, que tienen cantidades importantes de tesorería en su seno que o bien dedican a recomprar sus acciones, a especular en los mercados financieros a comprar otras empresas para intentar aumentar los precios, o también a amortizar la deuda astronómica que tienen encima, o cualquier cosa menos la inversión productiva creadora de empleo.

Podría ser cierto en todo caso para las pequeñas empresas, pero esta demanda es menos solvente y la banca la filtra muchísimo. Eso sí, las reformas estructurales, es decir los recortes, continuarán e incluso se profundizarán en todos los países, no solo en el sur sino también en Francia y en el norte. Y mucho nos tememos que también en Italia, con Renzi, o sin Renzi. Draghi sigue afirmando que la tercera recesión es posible. En una reunión con empresarios en Milán el pasado 11 de septiembre, llegó a afirmar que “Desde sus máximos en 2008, la inversión empresarial ha caído alrededor de un 20% (…) No veremos una recuperación sostenible hasta que esto cambie”. Dijo también que los datos conocidos durante el verano, es decir en los últimos meses, confirmaban el empeoramiento de la situación. Pero el debate también ha alcanzado a Alemania. Schauble, que es el que tiene la llave de la caja, ha dicho: No más deudas. El gobierno de coalición en Alemania se ha comprometido a no generar nuevas deudas hasta 2018. En el presupuesto para 2015 Alemania no contempla la emisión de nueva deuda pública, y así sucesivamente. Esto es la primera vez que sucede desde 1969. Alemania tiene una deuda pública de 1,3 billones de euros, que es de las más altas de la historia de Alemania desde la segunda guerra mundial y que, en parte, se originó en el rescate del sistema financiero alemán durante el año 2008.

Por tanto esta claro quién manda. No vivimos en una Alemania Europea, sino en una Europa Alemana. En otras palabras, Alemania es el gran poder imperialista del momento, el máximo beneficiado por la implantación del euro, el mayor acreedor de todo el resto de los países de la zona euro, el país que se plantea volver al militarismo de otras épocas, el país que acaba de decidir intervenir en la guerra contra el Estado Islámico, el país que vuelve a poner a la orden del día sus ambiciones imperialistas. Pero, ¿cómo ha llegado a ser Alemania la potencia dominante, incluso con tanta diferencia con respecto al otro poder imperialista, es decir Francia, e incluso Gran Bretaña?

La respuesta e este interrogante será el tema de la segunda parte de este artículo.

* Luis Osorio vive en Madrid, es economista y activista del movimiento obrero. En los años ’70 contribuyó a la construcción de la UGT de Álava a la salida del franquismo, que llegó a organizar a más de diez mil trabajadores en esa combativa zona del País Vasco. Militó muchos años en El Militante y hasta hace poco en Izquierda Anticapitalista. Fue economista de la UPTA-UGT. Es colaborador de La Izquierda Diario.

 
Izquierda Diario
Seguinos en las redes
/ izquierdadiario
@izquierdadiario
Suscribite por Whatsapp
/(011) 2340 9864
[email protected]
www.laizquierdadiario.com / Para suscribirte por correo, hace click acá