Mauricio Macri recibió ayer a José Serra, canciller del gobierno golpista de Brasil. La reunión entre el mandatario y el funcionario del país vecino tuvo lugar poco después de las 16 h. Ahí estaban Susana Malcorra -canciller local- y el jefe de Gabinete Marcos Peña.
No hubo, entre Macri y Serra, ningún tipo de diálogo o discusión. Nadie informó que allí se hubiera definido nada con trascendencia. El único objetivo de la reunión fue la foto que sería difundida con posterioridad.
Para el gobierno de Brasil esa imagen supone un primer apoyo no menor en la región, de parte de un gobierno recién electo y que ya fue puesto en la vitrina de los modelos a seguir por parte del mismo Barack Obama.
La foto se hace más necesaria en el marco de los intentos de estabilización del nuevo gobierno golpista. Precisamente ayer por la tarde, a poco menos de dos semanas de estar en el poder, el gobierno de Temer perdía a uno de sus ministros, por el hecho de que trascendió que quería frenar la investigación sobre la corrupción en la estatal Petrobras, una vez desplazada Dilma.
El reconocimiento de Macri es entonces un espaldarazo importante en el marco de los fuertes cuestionamientos al golpe institucional en el vecino país.
¿Todo normal?
Ayer por la tarde Susana Malcorra no pudo evitar tener que dar respuesta a esos mismos cuestionamientos. En la conferencia donde Macri la nominó oficialmente como candidata a presidir la ONU, la canciller ratificó que, desde el punto de vista del gobierno argentino, en Brasil “todo es normal”.
Afirmó que “no es responsabilidad de la Argentina legitimizar (sic) o no la gestión del presidente Temer”. Para que no quedaran dudas, agregó que en Brasil hubo “un procedimiento que se ha seguido a rajatabla” y “no encontramos que en el haya ninguna razón para que el proceso no haya sido legal”. Los argumentos son calcados de los funcionarios golpistas del país vecino.
“No somos los únicos que hemos reconocido este proceso” agregó. Aunque se vio obligada a reconocer que “hay algunos países de Latinoamérica que hacen una lectura distinta”. Con esto hacía referencia a la denuncia de “golpe parlamentario” que hicieron Venezuela, Bolivia, Cuba, Nicaragua y El Salvador, así como la misma Unasur.
Pero el gobierno argentino, con este reconocimiento, también se juega seguir incrementado su alineamiento con las grandes potencias y el gran imperialista que ya dio el visto bueno a ese cambio. Una señal política más en aras de lograr la llegada de las tan mentadas "inversiones".
Acuerdos y perspectivas
Hace pocos días Serra había señalado que “uno de los principales focos de nuestra acción diplomática en el corto plazo será la sociedad con la Argentina, con la cual pasamos a compartir referencias semejantes para la reorganización de la política y la economía”.
Precisamente por eso, la primera cita concertada fue con el gobierno de Macri. El gobierno golpista, consciente de sus enormes contradicciones, buscó el primer apoyo seguro que creía posible lograr y así ocurrió.
Como parte de la visita al país, Serra fue recibido por la canciller Malcorra en el Palacio San Martín. Juntos firmaron el denominado Memorándum de Entendimiento para "el establecimiento del Mecanismo bilateral de Coordinación Política".
Según un comunicado de la Cancillería, el objetivo del mismo será “coordinar posiciones, así como el seguimiento de los proyectos estratégicos de integración bilateral”. En el mismo acuerdo se establecieron como áreas "estratégicas" las de "ciencia, tecnología e innovación, defensa, industria aeronáutica, energía y comercio”.
Sin embargo, esto podría no pasar de una declaración de intenciones, dado que las relaciones económicas entre ambos países no cesan de deteriorarse. Como señala el último informe de CIFRA “la recesión brasileña se tradujo en una creciente y sistemática reducción de sus importaciones desde 2014. Tal es así que en ese año las compras externas de Brasil cayeron el 4,6 % interanual y el 25,2 % en 2015. Se trata del principal socio comercial del país, que explicó el 17,8 % de las exportaciones argentinas y el 39,8 % de las vinculadas a las manufacturas de origen industrial” (Informe de coyuntura Nº 19, mayo 2016).
El acuerdo firmado buscaría ir en contra de esa situación. Sin embargo, hasta el momento no parece claro que la situación comercial entre ambos países vaya a evolucionar en sentido favorable.
Por ahora, se puede decir que Serra se llevó de Argentina lo que vino a buscar. Un aval político claro al nuevo gobierno golpista. |