¿Y ahora qué?
Luego de quedar afuera de los cuartos de final de la Copa Libertadores y finalizar en mitad de tabla en el torneo local, en Rosario Central reina la incertidumbre en cuanto a la continuidad de algunos de sus jugadores y de su director técnico Eduardo Coudet. Veamos.
Está confirmada la partida de Cervi a Benfica y casi segura la transferencia de Lo Celso a París Saint Germain. Con el dinero de la venta de este último se va a pagar el pase del goleador Marco Ruben. El resto de los jugadores que están más cerca de irse que de quedarse son Colman, Donatti, Salazar, Montoya, Larrondo y Delgado.
Esta sangría que sufre Central, como le sucede a cada equipo que potencia a sus jugadores y se convierte en vidriera para los clubes poderosos de Argentina y Europa, seguramente sea una de las razones por las que el Chacho dude en seguir en Central o no. En este mar de incertidumbre, miles de hinchas ya le hicieron saber al Chacho las intenciones de que continúe al mando del equipo.
Un homenaje necesario
Rosario Central es uno de los mejores equipos de America. Su fútbol ofensivo, vistoso y agresivo es sello exclusivo de Eduardo Coudet que impregnó en cada uno de sus jugadores; controlar la posesión y hacer circular la pelota a través de pases cortos, salir jugando siempre, proyectar a los laterales, y presionar hasta el arquero rival para no darle un segundo de oxígeno al rival en pos de dominar cada partido. Entrenamiento, disciplina, pasión por la camiseta y mentalidad ganadora. Estos son algunos de los conceptos centrales del Chacho para su deslumbrante equipo.
Repatrió a Ruben y lo convirtió en uno de los mejores delanteros argentinos. Compró a un ignoto Pinola y lo convirtió en estandarte canalla y defensor de la selección Argentina. Trajo a un desconocido Larrondo y lo convirtió en delantero de la selección chilena. Hizo debutar a Lo Celso y hoy está cotizado en 15 millones de dólares. Lo mismo con Salazar, Montoya, Musto, y muchos otros jugadores más que conformaron este verdadero equipazo que tuvimos la suerte de ver en esta etapa de Coudet con director técnico.
En el debe queda haber ganado algún título, cosa que le fue esquiva al conjunto del Chacho por una combinación de factores como las lesiones de Pinola y Larrondo en este semestre, por el escandoloso fraude en la Copa Argentina de la mano del arbitro Ceballos en favor de Boca en 2015, o quizar por esos caprichos del fútbol que hizo que entre esa pelota a dos minutos de finalizar la serie con Atlético Nacional.
Mas allá de eso, los hinchas del fútbol estamos agradecidos de haber visto a este equipo. Ahora se abre una nueva etapa, donde hay que armar nuevamente un equipo esperando que sea de la mano de Coudet. Salud Central. | 
