Este lunes el Banco Popular de China confirmaba a través de un comunicado a la presa una nueva devaluación de su moneda, estableciendo el tipo de cambio promedio de yuan al dólar a 6,5784. La mini devaluación de ayer del 0,5 % representó unos 294 puntos más que el viernes pasado, cuando el tipo de cambio se fijó en 6,5493.
Esta medida que establece la fijación de la tasa de referencia del yuan en su nivel más bajo frente al dólar en más de cinco años, se sostuvo luego de los comentarios de Janet Yellen el pasado viernes, cuando admitió que ahora era apropiado pensar en una suba cautelosa de las tasas de la FED en los próximos meses.
La declaración de la presidenta de la FED, que intenta convencer a los mercados de una probable suba de las tasas, sumado al continuo fortalecimiento del dólar, han provocado altibajos en la fijación de referencia el yuan ha alcanzado un mínimo desde 2011.
Los analistas explican que este fijación sirve en teoría para tener un punto de referencia para el yuan al reflejar lo que ocurre en el mercado. Sin embargo, los operadores de divisas señalaron que la moneda china ha estado oscilando por su cuenta pese a que la fijación se ha ido debilitando recientemente. Es así como el yuan se mantuvo estable en el mercado de la China continental, mientras que en Hong Kong, donde cotiza libremente, pierde terreno.
Las mini devaluaciones de la moneda china no son nuevas, durante el mes de agosto de 2015 acumularon una devaluacion del 4,5 %, alimentando la posibilidad de un guerra de divisas y aumentando la estabilidad financiera global. Así en la primer semana de 2016, el Banco Popular de China bajó más de un 1,5 por ciento las posiciones del yuan frente al dólar.
Por otro lado, también se remarca que debido a la desaceleración de la economía china que en 2015 cosechó un crecimiento de PBI del 6,9 %, el menor en 25 años; la presión a devaluar para impulsar la economía se volvió una constante. Para 2016, el Fondo Monetario internacional estima que la actividad económica podría registrar un aumento de 6.3 por ciento.
Mientras la Reserva Federal se prepara discursivamente para elevar las tasas de interés y China sostenga una política devaluacionista intentando ganar competitividad en sus productos, podría aumentar la inestabilidad financiera global. | 
