Foto: ID / Juan Carlos Arias
Acompañados por usuarios solidarios, pertenecientes a la Red Municipal de Atención a Personas sin Hogar del Ayuntamiento de Madrid, trabajadores y trabajadoras de la Asociación de Servicio Integral Sectorial para Ancianos (ASISPA) -que gestiona estos servicios públicos municipales- se han concentrado para exigir el fin de los despidos, la aplicación del Convenio de Intervención Social y terminar con la represión patronal ejercida contra ellos para acallar sus legítimas reivindicaciones.
ASISPA ejerce su actividad en el campo de los servicios sociales, prestando servicios bajo concesión municipal en centros de día, centros de acogida, tele-asistencia y ayuda domiciliaria.
En el área de ayuda domiciliaria, tiene la concesión de 8 distritos de Madrid, repartiéndose la gestión de este servicio municipal junto con CLECE, perteneciente a Florentino Pérez, con otros 8 distritos o los 5 que gestiona EULEN, empresa de trabajo temporal.
ASISPA es una entidad vinculada al OPUS DEI. Sin “desánimo de lucro”, como dicen los trabajadores, gestiona con mano de hierro y saltándose a la torera derechos laborales, sindicales, de salud laboral, etc. del conjunto de las trabajadoras y trabajadores, mientras el Ayuntamiento de Manuela Carmena mira para otro lado.
La situación afecta a los propios usuarios, muchos de los cuales se han unido a la protesta, dado que los centros, en muchos casos, no se encuentran en un estado óptimo para atender las necesidades de esta población marginada.
Aunque las trabajadoras y trabajadores se han reunido en varias ocasiones con responsables del Ayuntamiento en representación del Área de Servicios Sociales, trasladándoles la problemática en la que se encuentran, no han recibido más que buenas palabras y ninguna solución. Incluso ha asegurado a Izquierda Diario que se les explicó directamente que los trabajadores “se ponían en grave riesgo al poner en juego sus propios puestos de trabajo por tener esa reunión con el Ayuntamiento y trasladarles la problemática que están sufriendo, dada la actitud represiva patronal de ASISPA”. Al finalizar la reunión les dejamos el correo electrónico, pero no hemos vuelto a saber nada”, ha señalado.
Las 30 trabajadoras y trabajadores del Centro de “La Rosa” o los 72 del Centro de Acogida “Luis Vives” están reclamando medidas tan “disparatadas” en el ámbito de la salud laboral como disponer de medidas profilácticas, tales como el uso de guantes homologados para el cuidado personal de la población que se acoge a estos servicios, la existencia de camas para los casos que lo requieran o el mantenimiento correcto de los edificios.
El centro de “La Rosa” es “un barracón prefabricado dentro de un invernadero”, han descrito los trabajadores, y justo eso es lo que parece desde fuera.
Para ello, naturalmente, exigen la intervención del Ayuntamiento de Madrid como responsable último de esos servicios.
Como señalan los trabajadores y trabajadoras en un escrito, las plantillas llevan “años sufriendo los efectos de la privatización de los Servicios Sociales. Años de precariedad laboral y de medios materiales que, como no podía ser de otra manera, afecta directamente a las personas usuarias del centro”.
Por ello, además de exigir la mejora de las condiciones laborales y de las instalaciones y medios para atender dignamente a las personas que utilizan estos servicios sociales, se dirigen al autodenominado “Ayuntamiento del cambio” para que cumpla su programa electoral y lleve a cabo la municipalización de los Servicios Públicos, algo que no ha hecho y no pareciera proponerse de aquí en adelante.
Por estas y otras reivindicaciones, los trabajadores de ASISPA llaman a “participar en la manifestación por la remunicipalización de los Servicios Públicos del próximo 9 de junio (19 horas, de la Plaza de la Villa a Cibeles). |