Existe una relación entre la participación en la lucha de clases y una militancia revolucionaria en el parlamento. En la Ciudad de México para la izquierda y el activismo es habitual formar parte de la lucha social, pues sobran los motivos para sentirnos indignados y protestar. Pero para las nuevas generaciones, si algo ha perdido relevancia es la participación electoral bajo principios de clase.
Entre la izquierda y los sectores democráticos, sobre todo antes de la fundación del PRD, participar en elecciones fue más habitual, la última candidatura de la izquierda socialista, fue la del trotskista Manuel Aguilar Mora, como candidato sin registro a la presidencia de la república en el año 2000, impulsada por su organización, la Liga de Unidad Socialista (LUS), junto con el Partido Obrero Socialista (POS).
Antes de esto, el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), que obtuvo su registro legal en 1979, impulsó en dos ocasiones a Rosario Ibarra de Piedra como candidata a la presidencia de la República, en 1982 y luego en 1988, pero el PRT pierde su registro en 1991 y la izquierda independiente de carácter marxista no volvió a participar en elecciones, hasta ahora.
Pero esto también tiene una explicación. La crisis de la izquierda en México está enmarcada entre otras cosas, por la dilución de gran parte de la misma en la fundación del Partido de la Revolución Democrática en 1988, tras el llamado de Cuauhtémoc Cárdenas.
Así, muchas personas que participaron en movimientos estudiantiles, luchas obreras y populares, emblemáticas desde los años 60s, se diluyeron en un nuevo partido que demostró su carácter burgués desde su plataforma inicial. Aunque para muchos esto no quedó claro, pues permanecieron en este partido durante años, incluso después que Rosario Robles reprimió al movimiento estudiantil universitario en 1999. En realidad, esta izquierda había dejado de existir como una alternativa independiente desde su integración a este partido.
A partir de 1994 el PRD se convirtió en parte de la transición pactada y en el año 2000 de la alternancia entre los partidos del régimen. Hoy sabemos que terminó reprimiendo en todo aquel lugar donde gobernó.
Para las nuevas generaciones el carácter burgués del PRD es muy evidente, como el repudio por su participación en Ayotzinapa, con José Luis Abarca como presidente municipal la noche de Iguala.
Aunque hubo una izquierda que se mantuvo independiente del PRD, como un sector del PRT, el mismo POS, la LUS y la Liga de Trabajadores por el Socialismo (LTS) -hoy Movimiento de los Trabajadores Socialistas (MTS)-, que surgió en 1992, hace 17 años que una izquierda independiente de los partidos al servicio de los empresarios no participa en elecciones, aunque sí ha llamado al boicot o voto nulo como participación electoral.
La fórmula 5 expresa algo nuevo para la izquierda
En esta ciudad es muy importante lograr estar en el movimiento obrero y luchar contra las burocracias sindicales, en el movimiento estudiantil y pelear por la reorganización del mismo y contra la privatización educativa, así como participar y alentar las luchas por los derechos de las mujeres, la juventud y la comunidad sexodiversa, en contra de la represión y en apoyo a las luchas sociales en todo el país, como hoy la lucha de los maestros de la CNTE. Pero miles de trabajadores que incluso forman parte de estas luchas, al mismo tiempo votan por los partidos tradicionales o por Morena, compuesto por priistas reciclados y con empresarios en algunas candidaturas en sus estados.
Por eso, para los revolucionarios, la lucha que se organiza en las universidades, los lugares de trabajo y en las calles, también significa una lucha política constante. Esta es la primera vez en años, que la izquierda socialista tiene una participación electoral, por ello, organizaciones como el POS y el PRT han declarado su voto crítico a la candidatura de Sergio Abraham Méndez Moissen hacia el 5 de junio y ha despertado la atención de gran parte de la izquierda, el movimiento estudiantil en la Ciudad de México y en otros lugares del país.
Esta candidatura independiente, se caracteriza por los cuestionamientos al poder burgués, el enriquecimiento de los de arriba, exigir el acceso irrestricto a la educación, el no pago de la deuda externa y la disolución de los cuerpos represivos. Ha sido muy cuestionada por la derecha y algunos escépticos, reconocida por su creatividad y asombra el despliegue de fuerzas militantes que muestra. Esto es sin duda un buen inicio para los socialistas y la izquierda, que buscamos conquistar un lugar en este país y alcanzar dignamente y bajo una plataforma clasista y anticapitalista, la simpatía de las mayorías populares, inundadas por las ideas de Televisa, TV Azteca y la prensa vendida.
Un gran ejemplo para repensar la “partidocracia” que domina la política mexicana y que prácticamente ordena cómo debe ser el “cambio social” en México y un aliciente para repensar en el poder organizado de la clase trabajadora, principista y militante, sin vínculo con los empresarios, ni sus partidos, disputando el poder político a la burguesía en todos los niveles.
Somos lo nuevo
Hay una nueva generación de cientos de jóvenes, trabajadores y mujeres que nos involucramos en la política por primera vez en años para la izquierda independiente, ahora también en elecciones. Nos nombramos anticapitalistas y no bajamos las banderas, pero declaramos y hasta ahora hemos logrado demostrar, que vamos con todo a la Constituyente, a defender las demandas de los trabajadores, las mujeres y la juventud.
Es necesario apoyar esta candidatura, combinar la lucha política con la lucha en las calles, en las escuelas y los sindicatos, por mejoras salariales, acceso a la educación, contra la represión y contra las reformas estructurales, entre otras, desde una candidatura independiente, le puede permitir a los trabajadores forjar representantes frente a miles de trabajadores, que demuestren que una nueva forma de hacer política es posible.
Sobran los motivos para luchar por una verdadera representación política nacida desde nuestra clase. Pero para nosotros, contrario a lo que plantea Morena bajo una constante estrategia electoral, la lucha definitiva está en las calles, junto a los maestros enfrentan hoy los planes del régimen mexicano y los trabajadores que viven a diario las secuelas de las reformas estructurales.
Llamamos a apoyar la fórmula 5, con Sergio Abraham Méndez Moissen, candidato y Sulem Estrada, candidata suplente. Son dos profesores y militantes jóvenes, presentes en las luchas de los trabajadores y enfrentan el ataque y la represión de la reforma educativa. |