Desde hace 10 días una noticia recorre Salta que nos llena de odio. Una niña wichi de 12 años está cursando el sexto mes de embarazo con riegos en su salud y la del bebé que espera.

El año pasado fue violada por criollos en el norte salteño, la zona más pobre. En una provincia donde la alianza entre la justicia, la iglesia y el gobierno buscan todo el tiempo meterse y decidir sobre nuestros cuerpos, la Justicia del gobierno de Urtubey le negó el derecho al aborto no punible a la pequeña, incluso cuando desde la familia organizaron marchas pidiendo esto.

Mientras, a Urtubey se lo ve en Showmach preocupado por su carrera presidencial, con una mirada cómplice hacia la cosificación de las mujeres y con un silencio obsceno sobre el tema. Este 3J desde Pan y Rosas ganaremos las calles para gritar bien fuerte por el derecho al aborto, legal, seguro y gratuito, por esta niña, por Belén y por las 300 mujeres que mueren al año por abortos clandestinos.