Este miércoles se dio a conocer un “comunicado” de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) donde se prohíbe “cualquier tipo reuniones” a sus trabajadores. Así reza el texto: “en los actuales momentos no se puede considerar el otorgamiento de autorizaciones para realizar reuniones de cualquier tipo dentro de sus instalaciones”. Es decir, el Estado -y el gobierno-, mediante Corpoelec, deja al descubierto su carácter autoritario y patronal pisoteando un derecho tan elemental como es el derecho a reunión o asociación entre los trabajadores y trabajadoras para discutir acerca de sus propios asuntos. ¿En dónde quedó la supuesta Ley Orgánica del Trabajo, los trabajadores y trabajadoras (LOTTT) "revolucionaria", “socialista” y "obrerista"? Una impostura ya denunciada acá y acá por la gravedad del tema.
Si alguien tenía alguna duda ahí está el Estado (burgués) como órgano de coacción y control social que ataca y busca imponer “disciplina” a la clase trabajadora. Una medida abiertamente antiobrera que lesiona y violenta un derecho tan elemental como es el derecho a organizarse, a convocar asambleas, a deliberar, a discutir, y uno se pregunta: ¿cómo queda el derecho a huelga?
De hecho este lunes un grupo de obreros se concentró en la zona industrial de La Yaguara, en Caracas, denunciando que "50% de los trabajadores de Corpoelec ganan menos del salario mínimo". Al mismo tiempo, los trabajadores de Corpoelec del estado Anzoátegui anunciaron que se van a mantener en asamblea permanente, y que esta semana continuarán las movilizaciones ya que son más de 1.500 empleados y obreros quienes siguen en pie de lucha hasta la firma del contrato colectivo.
Y es que en medio de una caída brutal y veloz del poder de compra del salario, con una despiadada inflación, especulación y desabastecimiento que padecen miles de hogares obreros y populares (una guerra que tanto los empresarios como el gobierno vienen descargando sobre el pueblo trabajador), este ataque contra los trabajadores de Corpoelec pretende evitar que nos organicemos como mejor responda a nuestros intereses para defender los salarios, las condiciones de vida, y asumamos el método de tomar decisiones en asamblea.
La excusa es que “debido a la actual crisis eléctrica es necesario no afectar la operatividad del trabajo en las áreas medulares y administrativas”. Esto es tan sola una fachada, y lo que en verdad encubre es silenciar las demandas y luchas que llevan adelante los trabajadores del sector eléctrico. Como vemos, esta burocracia estatal usa tal cual el discurso patronal de todo empresario, culpabilizando a los trabajadores.
¿Responsabilizar a los trabajadores por la crisis eléctrica?
Dicho sea de paso se pretende así acusar y responsabilizar a los trabajadores de las fallas eléctricas ¡un descaro total de parte del gobierno después de gestionar el país durante más de 17 años! Cuando la razón de fondo se ha planteado en otro artículo aquí mismo en Izquierda Diario, Reducen a dos días la semana laborable por crisis eléctrica: “De acuerdo a los últimos datos disponibles, Venezuela consume un poco más de 15.000 Megavatios (MW) de energía, de los cuales más del 70% es energía hidroeléctrica, producidas en los sistemas de represamiento y generación del alto Caroní. Aquí salta a la vista un problema básico: somos un país altamente dependiente de una sola fuente de energía (la hidroeléctrica), con poco desarrollo y uso de fuentes como la termoeléctrica y otras”.
Este es un primer problema, la alta dependencia de la generación hidroeléctrica, y de la afluencia de casi un solo río, el Gurí, sin nuevos desarrollos de sistemas de represamiento y generación. Pero tenemos también, la terrible falta de inversiones para mantenimientos y nuevos desarrollos, tanto en la IV como en la V República. Los problemas de mantenimiento datan de hace unos 15-25 años, es decir que comprometen a los gobiernos de Carlos Andrés Pérez, Rafael Caldera, Hugo Chávez y ahora a Maduro.
Como acrecentamos en el artículo señalado “la cuestión de fondo es que la crisis eléctrica, no expresa otra cosa que la incapacidad del chavismo de desarrollar las fuerzas productivas de manera planificada e integral, por más que se llenó la boca hablando de “desarrollo nacional” y dejar atrás al “país rentístico”. ¡Cómo es posible que un país que vive de exportar energía y que tiene inmensos recursos, está a merced de la falta de lluvias y el gobierno raciona forzadamente la corriente eléctrica agregando nuevas penurias al pueblo?”.
Hay que denunciar esa escandalosa decisión de prohibir “cualquier tipo” de reuniones de los trabajadores
Son los propios trabajadores y las trabajadoras los que deben decidir cómo se organizan y cuándo, definidos en asambleas y democráticamente sin ningún tipo de injerencia, limitaciones y mucho menos prohibiciones. Ante este hecho denunciamos a viva voz lo que representa un ataque directo al derecho a la libertad de reunión, a la actividad sindical, a las asambleas de trabajadores, y hacemos un llamado a sindicatos, centros de estudiantes y organizaciones a dar respuesta a este atropello.
Estamos ante un fuerte retroceso de las libertades democráticas, mostrando que las expresiones de protesta, inconformidad o descontento social sean respondidas con restricciones (escandalosamente antidemocráticas) de este tipo. Esto es coacción contra los que protesten y luchen. Y en una sociedad capitalista como en la que vivimos, basada en la explotación y múltiples opresiones, ¿quiénes son los que más necesitan organizarse, discutir y luchar?: ¡los de abajo! |