En la tarde de ayer se desarrolló el Comité Central Confederal (CCC) de la CGT. A propuesta del estatal Andrés Rodríguez, el CCC fue encabezado por los secretarios generales de las tres centrales obreras Hugo Moyano, Antonio Caló y Luis Barrionuevo. Allí se decidió convocar para el 22 de agosto próximo al Congreso unificador.
Hubo un llamado a "la unidad de la totalidad de los sectores gremiales". A la vez, los congresales respaldaron las críticas formuladas al gobierno nacional, en especial a partir de "los tarifazos, el alza de los precios y las importaciones", y reclamaron "una actitud de firme defensa de la industria nacional" para evitar los despidos.
El Confederal se realizó en el Salón Felipe Vallese de la sede de la CGT ubicada en Azopardo al 800. Participaron 198 organizaciones y 275 congresales. El inicio tuvo lugar luego de que Moyano encabezara por la mañana el Confederal de su propia central, que realizó "un balance de gestión" y aprobó la Memoria y Balance.
Señales de unidad y paz social
Moyano dirige la CGT Azopardo en la cual tiene mandato hasta el 14 de julio cuando encabezará un Congreso en Obras Sanitarias. Se supo que en ese encuentro su mandato será prorrogado hasta el encuentro del 22 de agosto.
El líder camionero realzó la unidad y afirmó que cuando existe "la responsabilidad de lograr un objetivo siempre hay inconvenientes internos"; pero resaltó que "se supo sortear las presiones para lograr el objetivo estratégico". Moyano mostró “preocupación” ante falta de respuestas del gobierno.
Por otro lado, Caló líder de la denominada CGT Alsina, en la que tiene mandato hasta el 3 de octubre, señaló que "lo importante, más allá de que en agosto se elija conducción de forma consensuada o un triunvirato, es que los gremios estén juntos". Caló renunciará a su mandato antes del Congreso de reunificación.
El líder del gremio metalúrgico (UOM) además indicó que los secretarios generales "entendieron hace mucho tiempo que debe haber una sola CGT, lo que era imposible de lograr hasta ahora porque cada uno tenía o respaldaba a un candidato político distinto, pero eso ya terminó".
La de Caló es una confesión muy ilustrativa de cómo actúan los jefes sindicales: los verdaderos motivos de la división no están en un debate procesado en las bases del movimiento obrero, sino en el alineamiento de la burocracia con los distintos proyectos patronales que se disputaron la presidencia el año pasado.
Por su parte, Barrionuevo, jefe de la Azul y Blanca y del gremio gastronómico (FeTHGRA), aseguró que en "la futura conducción de la CGT deben participar las nuevas generaciones"; reivindicó "la histórica lucha del movimiento obrero" y aseveró que "ningún cacatúa y tampoco el periodismo lo llevará de las narices".
La fecha del 22 de agosto elegida para el Congreso de reunificación conmemora la fecha histórica del renunciamiento de Eva Perón a su candidatura a la vicepresidencia, en 1951. El lugar señalado para el evento es Obras Sanitarias y participarán los gremios de las tres CGT.
En el encuentro también participaron los sindicatos del Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA). Algunos de ellos son la Unión Ferroviaria (UF) que conduce Sergio Sasia y los Sindicatos de Peones de Taxis (SPT) de Jorge Viviani y de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA) que dirige Ricardo Pignanelli, entre otras muchas entidades de ese espacio.
En el encuentro hablaron Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), Héctor Daer (Sanidad), Rodríguez (UPCN) y Sergio Palazzo (Bancarios), entre otros dirigentes sindicales. Daer es postulado por la CGT Alsina para presidir la futura central unificada.
Algún día podría haber lucha
La proliferación de críticas a las políticas de ajuste del gobierno que expresaron los líderes sindicales no condujo a la conclusión de encarar una lucha para enfrentarlas. Por el contrario, las burocracias sindicales se postulan como garantes de la gobernabilidad de Cambiemos.
Luego de la enorme movilización del 29 de abril al Monumento al Trabajo, en la cual la mayoría de los oradores buscaron las palabras adecuadas para que no se interpretará como una acción opositora al gobierno, la burocracia sindical volvió a la tregua abierta con el macrismo. Además de su vocación pro patronal, la liberación de fondos de las obras sociales parece ser uno de los motivos de los líderes sindicales para no salir a luchar.
“Si algún día o en cualquier momento los trabajadores piden que hay que tomar algo por estos tarifazos, el movimiento obrero lo hará. Ahora lo que queremos es transitar hasta el 22 de agosto lo más pacífico posible”, señaló con honestidad brutal Antonio Caló.
Evidentemente, los jefes de las CGT tiene el termómetro bien lejos del malestar social por los despidos y la caída del poder adquisitivo del salario. |