Héctor Polino, representante de Consumidores Libres informó que hay “un escenario muy complicado porque estos permanentes aumentos han hecho perder el poder de compra a vastos sectores de la clase media, la clase media baja, los trabajadores en relación de dependencia, los que están en el mercado informal, que continúan percibiendo salarios de un año atrás con precios que se actualizan constantemente, ni hablar de los jubilados".
La entidad realiza un relevamiento de precios de 38 artículos de la canasta básica de alimentos que mide los mismos comercios, las mismas marcas y las mismas categorías. La última medición de mayo calculó que “de los 38 artículos, 29 subieron de precio, 8 bajaron y 1 se mantuvo sin variación, pero el promedio nos dio un aumento del 2,29 % y el acumulado enero-mayo un incremento del 19,07 %, 9,08 % más que en el mismo periodo que el año anterior".
El representante agregó que "se ha duplicado el aumento en estos 5 meses del año en relación a los mismos meses del 2015" y que los precios son superiores -entre 20 y 30 %- en un barrio de clase media de Capital Federal que uno de clase trabajadora bonaerense.
Polino explicó que "muchos consumidores pasaron de primeras a segundas marcas y hay una tendencia en dejar las grandes superficies para volver a los negocios de barrio, donde se puede conseguir mejor precio o pagar fiado".
El titular de Consumidores Libres señaló que "hay una enorme dispersión de precios, nadie controla" y alertó que "la carne está más cara en los supermercados que en las carnicerías con una diferencia que era de 4% a principio de año. Ahora está entre $13 y $14 más cara en los supermercados".
El descenso del consumo se debe al deterioro del poder adquisitivo por la alta inflación. Según datos de CIFRA los salarios reales de los trabajadores registrados del sector privado, entre noviembre pasado y marzo, cayeron 12,1 %. Las paritarias se cerraron a la baja, los precios continúan altos, lo que vendrá será mayor erosión del consumo.
Fuente: Télam |